Hoy he celebrado la misa de la vigilia de Navidad a las 20:30. Hay religiosas mayores para las que irse a dormir más allá de la medianoche sería demasiado duro. He puesto junto a la cruz del altar una imagen pequeñita de la Virgen María con el Niño que me da mucha devoción. La compré para las misas de la Virgen María, pero mucho me temo que la voy a poner más días.
Hoy, por primera vez, hemos llevado a la práctica que el presbiterio se quede a media luz durante la consagración, y que se toquen tres campanitas a la vez durante la elevación. Las luces se vuelven a encender tras la segunda elevación.
El sermón de la noche de Navidad, predicado hace tres horas, ya lo he colgado y lo podéis escuchar en este link:
Por pura casualidad es el sermón número 1000. Sermón que corona toda una serie de sermones dedicados a la Virgen María.
Feliz Navidad a todos. Recordad que el turrón más allá de las 15 porciones comienza a resultar tóxico.
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