En su homilía agradeció a Dios por haberle confiado la misión pastoral en esta diócesis, a san Juan Pablo II por el nombramiento, al papa emérito Benedicto XVI por ser su guía y al papa Francisco, por escuchar su pedido de un obispo coadjutor.
“Los motivos de agradecimiento son muchos, pero sobre todo grandes”, expresó el obispo. Y continuó dando gracias a los demás obispos que lo recibieron en la Conferencia Episcopal, de manera especial a monseñor Carlos Galán, al cardenal Antonio Quarracino y al cardenal Eduardo Pironio.
Otro agradecimiento especial fue para los sacerdotes, a quienes describió como “abnegados, solícitos pastoralmente por su gente, con sentido de comunión eclesial y capaces de fraternidad”. Tampoco se olvidó de los consagrados, a quienes monseñor Martín mencionó como un “testimonio fuerte, coherente, constante, del evangelio entre nosotros”.
Mostró, además, su agradecimiento a los fieles laicos ya que “sin ellos, el trabajo pastoral de la Iglesia estaría incompleto y, sin embargo, es mucho lo que hay que hacer todavía en este campo”.
Por último el pidió perdón “por las innumerables faltas cometidas y las carencias mostradas en el cumplimiento de la misión recibida, seguro de que la caridad de ustedes y la oración fraterna obtendrán para mí la misericordia que Dios generosamente nos ofrece”.
Al finalizar la celebración, monseñor Ariel Torrado Mosconi, obispo coadjutor de Nueve de Julio, dirigió unas palabras a monseñor Martín y destacó su generosidad y apertura en el acompañamiento a sus pastores, y agradeció recibir una diócesis en marcha.
En representación de los sacerdotes, el presbítero Mariano Cortés manifestó también su agradecimiento y destacó la docilidad del obispo a los cambios que Dios le pedía a través de la Iglesia.
Después, puntualizó el carácter misionero del obispo Martín y su preocupación por la formación de los fieles. “No hay parroquia, ni pueblo, ni paraje que no haya visitado, y del que no tenga algo que contar”, aseguró el padre Cortés.
En nombre de los consagrados la hermana Antoniana de las Adoratrices del Santísimo Sacramento agradeció al obispo su cercanía paternal con la vida religiosa. Finalmente, un laico de Trenque Lauquen tomó la palabra en representación de los fieles.+
This entry passed through the Full-Text RSS service - if this is your content and you're reading it on someone else's site, please read the FAQ at fivefilters.org/content-only/faq.php#publishers.
Publicar un comentario