Ante niños recién nacidos y tirados vemos la clave de la vida

La beba fue abandonada en una estación de servicio ver más
La Plata (Buenos Aires) (AICA): “¡Esto es tremendo!”, exclamó el arzobispo de La Plata Mons. Héctor Aguer, en su mensaje emitido por canal 9 de TV el sábado 28 de noviembre. Comenzó diciendo: “Hoy voy a hablar de algo que no quiero definir triste, porque terminó siendo un episodio feliz, pero que toca el corazón: es el caso de dos niñas recién nacidas y que han sido tiradas, una en el baño de una estación de servicio en Mataderos y otra en el baño del Hospital Argerich. Ambas con el cordón umbilical y una hasta con placenta y todo. Las han parido allí y allí las dejaron”.
“¡Esto es tremendo!”, exclamó el arzobispo de La Plata monseñor Héctor Aguer, en su reflexión semanal en el programa “Claves para un Mundo Mejor”, emitido por canal 9 de TV el sábado 28 de noviembre. Comenzó diciendo: “Mis amigos hoy voy a hablar de algo que no quiero definir como triste, porque en realidad terminó siendo un episodio feliz, pero que toca el corazón: es el caso de dos niñas recién nacidas y que han sido tiradas, una en el baño de una estación de servicio en Mataderos y otra en el baño del Hospital Argerich. Ambas con el cordón umbilical y una hasta con placenta y todo. Las han parido allí y allí las han dejado”.

“La alegría es esta: no las han abortado. Y eso nos puso contentos y, además, me conmovió ver cómo aquellos que las encontraron con qué alegría saludaban la vida. Ahí está la cuestión: saludaban la vida porque esas niñas se salvaron de la muerte. ¿Pero cómo una mujer puede hacer eso con el fruto de sus entrañas?”.

“Ahora la cuestión del aborto tiene sus recovecos legales y se dice que hay abortos no punibles. El Ministerio de Salud de la Nación tiene una página donde habla sobre el derecho al aborto y muchos están en eso, en el reclamo de ese presunto derecho de descartar una vida humana. ¿Cómo no se reconoce que se trata simplemente de descartar una vida? Lo que corresponde hacer es acompañar a la mujer embarazada para que no deje a la nena en el baño, para que no la tire. Y eso sí que es tarea propia del Estado y propia de toda la sociedad. Ni el aborto ni el descarte después del nacimiento”.

Seguidamente el arzobispo habló de unos grupos que están trabajando en eso. “Aquí en La Plata -dijo- tenemos un movimiento que se llama Ain Karim. Un número telefónico y un grupo de mujeres dispuestas a ayudar con una propaganda que plantea: ¿Estás embarazada y no sabés qué hacer? Llamanos. Y a quienes se comunican se las acompaña hasta que dan a luz su chiquito y después se ve si ellas pueden quedarse con él o lo quieren dar en adopción. Todos los años bautizo a estos chiquitos y para mí es algo conmovedor porque estoy comunicando la vida sobrenatural a los que Dios les dio la vida natural y que estuvieron en riesgo de perderla”.

En seguida monseñor Aguer abordó otro asunto que está vinculado con el anterior. “En los últimos días leí varios artículos científicos sobre el tema de lo que llaman reproducción asistida. La cuestión que está siempre rondando allí es si el embrión es persona o no es persona. Pregunto: Si no es persona, ¿qué es? ¿Será persona no humana, como la orangutana aquella, declarada así, a la que no sé a dónde la llevaron? Pero ¿qué es? ¿Cuándo empieza a ser persona? Ahí está la cuestión, porque no se habla mucho de eso, pero los procedimientos de reproducción asistida descartan embriones, congelan embriones como si no reconocieran que son personas humanas, que son seres humanos”.

“Por eso yo me planteo ¡cómo hay que reconvertir las inteligencias sobre estas cuestiones! Son temas culturales, por cierto, pero ¡cómo se va imponiendo en la cultura, cómo van imponiendo algunos grupos o intereses ideológicos o económicos muy fuertes, cómo van imponiendo un propósito de deshumanizar a la persona humana, de deshumanizar al hombre!”.

Por último el arzobispo platense afirmó que “nosotros, los cristianos, somos los grandes defensores del hombre. ¿Saben por qué? Porque Dios Nuestro Señor, el Padre Creador de todas las cosas envió a su Hijo, lo hizo Hombre por nosotros por la acción del Espíritu Santo, y lo hizo Hombre para que nos enseñe qué es precisamente el hombre y cuál es el camino que nos lleva al Padre. Por eso defendemos estas importantes cuestiones y discutimos sobre ellas y estamos dispuestos a discutirle a quien fuere. Y ustedes también tienen que animarse a hacerlo”.+

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