Lupita:
Acabo de abortar. Mi bebé tenía dos meses y necesito ayuda. Mi novio y yo usamos condón pero falló. No sé cómo seguir adelante, cómo dejar de sentir esta culpa y esta ira que siento. Yo era muy alegre y estos días me pesa despertar. Sólo quiero estar llorando y debo hacerlo en secreto pues nadie sabe. Es horrible tener que fingir… Mi novio sigue con los amigos, alcohol y fiesta como si nada. Mis padres son de la idea de que no hay que tener relaciones sexuales antes del matrimonio y no puedo decirles porque creo que les causaría una gran pena. Me siento muerta por dentro.
Ana Cristina H.
Hermana mía, Ana Cris:
Necesitas encontrarte con el amor incondicional de Dios.
Estas palabras suyas podría dirigírtelas a ti ahora: Yo tampoco te condeno…desde ahora, no peques más (Jn. 8, 11).
¡Son tantas
las jovencitas engañadas!
Hoy en día se presenta el aborto como un derecho y es desconcertante que el avance de esta mentira haya llegado ya a nuestras leyes.
También se engaña a la juventud cuando se habla del ejercicio de la sexualidad de modo irresponsable como si se tratara de un medio para obtener placer o para “demostrar tierno amor” al novio. Cuando dices que tus padres no aprueban las relaciones sexuales fuera del matrimonio, es porque conocen la voluntad de Dios al respecto. Es Dios quien no está de acuerdo. Es Él quien ha consagrado la unión de nuestros cuerpos al marco sagrado del matrimonio.
Para nuestro Creador, ¡el momento de la concepción debe darse con un amor total, un amor comprometido hasta la muerte pues tiene que ver con dar vida!. La sexualidad no es un juego, ni una forma de pasarla bien, tampoco es un momento romántico para dar y obtener satisfacción. La sexualidad es importantísima y ha de vivirse con plenitud de conciencia. A través de ella, ordenada a su doble finalidad, un matrimonio se abre a la vida y se ama más.
Esta experiencia dolorosa es una prueba que superarás con la ayuda de Dios. Será todo un proceso que puedes hacer muy cerca de Jesús y de María; para vivirlo toma en cuenta las siguientes recomendaciones:
1.- Haz una buena y sincera confesión sacramental. El Papa Francisco ha pedido a todos los sacerdotes que escuchen con comprensión y misericordia a quienes sufren por haber cometido esta grave falta.
2.- En esta terrible realidad hay muchas víctimas, en primer lugar, el bebé y su mamá. Acércate a los apostolados de Iglesia que se especializan en sanar heridas por aborto; existen entre otros:
-El viñedo de Raquel
-No más silencio
3.- Aprende todo lo que puedas sobre Teología del Cuerpo, te va a encantar y hay varios movimientos que lo dan a conocer con eficacia:
-Amar al máximo
-Amor seguro
-Trascentia
4.- Conoce el trabajo que hace Rosario Laris en su página web: sexo seguro (debe ser de esta autora y no las páginas de gobierno que difunden el engaño que te afectó tanto).
5.- Habla con tu novio y proponle vivir una segunda virginidad. ¡Inviten a Cristo a su relación! Si él no está de acuerdo, es buen momento de terminar la relación pues no funcionará bien sin Dios al centro. Tú ya lo comprobaste.
Conviértete en heraldo defensor de la vida. La palabra “heraldo” significa mensajero. Sal al mundo a decir que vivir fuera del plan de Dios tiene un costo muy alto y, que en cambio, ¡caminar bajo su luz es fuente de paz, alegría y plenitud!

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