La Santa Sede está pendiente de la delicada situación de Venezuela y dispuesta a ayudar desde el momento en el que haya condiciones reales para un diálogo efectivo y no un “espectáculo político”.
Así lo dice el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, al revelar el contenido de una llamada telefónica que recibió el jueves 20 de abril del secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolín.
Las palabras del purpurado están en una entrevista concedida al diario El Nuevo País, publicada el pasado 21 de abril y divulgada ayer por la oficina de comunicación del Arzobispado de Caracas.
En ella el cardenal Urosa recuerda que el Papa ya abogó por la búsqueda de soluciones pacíficas a la crisis política que vive el país e indicó que aún está dispuesto a “ayudar siempre y cuando se den las condiciones para un diálogo efectivo, concreto, para resolver problemas”.
Y añade tajante: “No para montar un espectáculo político”.
[caption id="attachment_39977" align="aligncenter" width="680"] El Papa Francisco, en el avión camino de Polonia, donde presidirá la Jornada Mundial de la Juventud /Alan Holdren- ACI Prensa[/caption]Quizá con esta frase el prelado aluda a la intermediación diplomática operada por la Santa Sede, después de que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se encontrara con el Papa Francisco en la Casa Santa Marta el 24 de octubre de 2016.
El propio Papa explicó el 1 de noviembre, en la rueda de prensa del vuelo de vuelta a Roma desde Suecia, que Maduro “pidió un encuentro y una entrevista porque él venía de Oriente Medio, de Catar, y hacía una escala técnica en Roma […] y lo he escuchado, le he hecho alguna pregunta y he escuchado su opinión”.
A los pocos días del diálogo la oposición anuncia que rechaza las condiciones establecidas y Tscherrig es sustituido por el arzobispo Claudio Maria Celli
Un día después del encuentro entre ambos, el 25 de octubre, llega a Caracas como enviado del Pontífice su amigo personal, Emil Paul Tscherrig, nuncio de Argentina. Su forma de operar genera rápidamente desconcierto entre la oposición y entre los obispos del país.
En pocos días los resultados son catastróficos y Maduro capitaliza todo. La oposición anuncia que rechazará el diálogo en las condiciones establecidas y Tscherrig es sustituido por el arzobispo Claudio Maria Celli, diplomático con una gran experiencia.
El trabajo de Celli llevó a la oposición a suspender un proceso político abierto contra Maduro en la Asamblea Nacional y a cancelar temporalmente las movilizaciones masivas.
Dividida, parte de la oposición llegó a algunos acuerdos con el gobierno entre el 30 de octubre y el 6 de diciembre. Maduro nunca cumplió integralmente su parte y la tercera semana de enero, Aldo Giordano, nuncio apostólico en el país, informa sobre la retirada de Celli de la mesa de diálogo.
[caption id="attachment_43394" align="aligncenter" width="599"] Marcha contra Maduro en Madrid convocada por la oposición venezolana / EFE[/caption]De acuerdo con Andrés Oppenheimer la tentativa vaticana sólo dio un mayor margen de maniobra al régimen y debilitó temporalmente a la oposición.
Al finalizar 2016 la oposición estaba “con las manos atadas” pues había un diálogo en curso mientrtas el gobierno mentía
El diputado Freddy Guevara, integrante de la Mesa de la Unidad Democrática, plataforma cívico política de oposición a Maduro, asegura que al finalizar 2016 estaban “con las manos atadas” pues había un diálogo en curso, el gobierno mentía, no honraba sus compromisos y cualquier acción por parte de ellos era señalada como “subversiva”.
El formato del diálogo con el gobierno había sido propuesto al Vaticano en julio de 2016 por el secretario general de Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el ex presidente colombiano Ernesto Samper Pizano.
Este fue secundado por otros tres ex presidentes: el español José Luis Rodríguez Zapatero, el panameño Martín Torrijos y el dominicano Leonel Fernández. Todos de izquierda.
[caption id="attachment_38543" align="aligncenter" width="594"] El expresidente de España José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente de Venezuela Nicolás Maduro/Fuente:EFE.[/caption]Torrijos y Fernandez, además, están en partidos políticos afiliados al Foro de São Paulo, la mayor red de organizaciones socialistas y comunistas del continente, dirigida por el Partido Comunista de Cuba y el brasileño Partido de los Trabajadores, e incondicional impulsionadora de la “revolución bolivariana”.
En su más reciente encuentro, en el Salvador en junio del año pasado, afirman en su declaración final que la “batalla en Venezuela” por preservar el proyecto revolucionario de Chávez — Maduro es “un desafío fundamental” y “estratégico”.
“Respaldamos la iniciativa de diálogo promovida por el gobierno revolucionario venezolano encabezado por el Presidente Nicolás Maduro, que ha ganando cada vez más respaldo a nivel mundial”, dice el texto. Un mes después la UNASUR propuso la mesa del diálogo a la Santa Sede.
Se explica porque, a pesar de la acción del mediador vaticano, parte de la oposición venezolana guardaba serias reservas.
Maduro divulgó que esta gestionando una reunión de los delegados tanto del gobierno como de la oposición con el Papa Francisco en el Vaticano
Durante los pasados días de caos y de intensas movilizaciones populares contra su gobierno, Maduro pretendió “reactivar” la mediación diplomática de la Santa Sede.
Y lo hizo de forma sui generis: divulgó que esta gestionando una reunión de los delegados tanto del gobierno como de la oposición con el Papa Francisco en el Vaticano.
Algo similar a lo que aconteció el 15 de diciembre del año pasado cuando Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, y el senador Álvaro Uribe, se encontraron con el Papa Francisco para “conversar” sobre el proceso de paz en marcha en ese país, y que en realidad se ha revelado como un mecanismo de protección de las FARC y de su integración a la vida política.
El domingo 23, un día después de que los venezolanos realizaron multitudinarias marchas del silencio en honor a los caídos, Maduro reiteró, en cadena nacional, que “esta abierto al diálogo” y que espera que el Papa Francisco acepte su propuesta.
De allí que la llamada de Parolin a Urosa puede ser una señal en un momento que que Roma esta realmente preocupada por el incremento de la violencia especialmente contra la Iglesia.
En el diálogo con el cardenal de Caracas -funcionario vaticano-, que conoce muy bien el país y la “revolución bolivariana”, pues fue nuncio apostólico del 2009 al 2013, también manifestó la solidaridad del Santo Padre con el pueblo venezolano y con la jerarquía eclesiástica que ha sido víctima de agresiones constantes por parte del gobierno.
Obispo Padrón: “Uno va sumando las acciones y parecieran preparados para amedrentar a la Iglesia"
Desde el inicio del año los ataques han sido sistemáticos. “Uno va sumando estas acciones y parece haber una línea que los une; no son acontecimientos aislados, parecieran preparados para amedrentar a la Iglesia, que ha tenido una posición muy clara frente al gobierno”, dijo en enero el obispo Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.
[caption id="attachment_44149" align="aligncenter" width="567"] El cardenal de Caracas Jorge Urosa.[/caption]Las últimas semanas la embestida contra la Iglesia se ha recrudecido. Durante la Semana Santa el franciscano Diego Bedoya fue degollado y diversos templos de la diócesis de San Cristóbal fueron pintadas con frases como “muerte a los curas” y firmadas con las siglas “PSUV”, del Partido Socialista Unido de Venezuela, del presidente Maduro.
También el 12 de abril, Miércoles Santo, una turba de chavista intentó agredir al cardenal Urosa durante una celebración litúrgica en la Basílica de Santa Teresa, que alberga la popular imagen del Nazareno.
Los hechos obligaron al Consejo Nacional de Laicos de Venezuela a emitir una nota oficial en la que repudian las acciones contra la Iglesia “ejecutadas por grupos políticamente identificados con el gobierno nacional” y por sus propios líderes.
Los ataques han crecido en igual proporción a la claridad e intensidad con la que los obispos han denunciado los abusos del régimen autoritario instalado en el país.
El último comunicado de la conferencia episcopal, divulgado el pasado 18 de abril, a la víspera de la gran manifestación opositora denominada “Madre de todas las Marchas”, afirma claramente que el país se encuentra en una grave situación de ruptura del Estado de derecho.
“La democracia se caracteriza, ante todo, por el respeto y protección de los derechos de los ciudadanos. Cuando el Gobierno los desconoce o irrespeta, deja de ser un Estado democrático, pierde legitimidad en su desempeño, […] hay otros factores que niegan la democracia, como la concentración de los poderes públicos en manos de uno solo. Esta es la situación actual de Venezuela”, afirma el documento.
La Mesa de la Unidad Democrática ha conseguido mantener al país en la calle, ejerciendo presión con actos de resistencia pacífica, todos los días desde hace poco más de una semana.
En la multitudinaria “Madre de todas las Marchas” la empresa encuestadora Meganálisis estimó una participación de más de dos millones y medio de personas en Caracas y otros 6 millones en el resto de ciudades del país.
Maduro ha respondido con represión violenta y de acuerdo con la Fiscalía del país hay 26 muertos desde el 1 de abril, 437 lesionados y mil 289 personas aprehendidas.
La Mesa de la Unidad Democrática ha convocado este miércoles otra Gran Marcha. Según la consultora Eurasia Group, las adhesión a las manifestaciones muestran que “la oposición está más unida y revigorizada”.
No parecen estar dispuestos a ceder. Piden elecciones generales, la liberación de los presos políticos, el respeto a la Asamblea Nacional y el establecimiento de un canal humanitario para la recepción de comida y medicamentos.
Cabe observar si la señal que posiblemente envió el Vaticano a través de Urosa será o no aceptada por la oposición en un momento en el que se encuentra unida, secundada por millones de venezolanos y en un punto de “no retorno”.
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