Jorge Rocha
Luego de un tortuoso proceso de elección, el Congreso de Jalisco eligió a Alfonso Hernández Barrón como el nuevo presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ). La mayor parte de los diagnósticos coincidían con que la gestión saliente había tenido un desempeño muy deficiente y que la credibilidad de esta institución está muy por debajo de lo necesario para que sus recomendaciones tuvieran la fortaleza requerida; y por ende, que en lo que toca a la Comisión, su labor de defensa de los derechos humanos estuviera muy limitada y fuera poco efectiva para los recursos con los que cuenta.
Luego de este proceso de elección, me parece que hay varios asuntos fundamentales que deben retomarse hacia el futuro inmediato:
1. Es urgente hacer un proceso re-fundación de la CEDHJ que implica un cambio en el modelo de gestión y organización de esta institución, la incorporación de defensores de derechos humanos comprometidos y con experiencia en la materia; y una visión de la Comisión donde realmente se atienda a todo el estado y no sólo el Área Conurbada de Guadalajara.
2. Recuperar la autoridad moral de la institución y marcar una clara y radical diferencia con las gestiones anteriores, es decir, convertirse en una instancia que defienda los derechos del pueblo sin pactar con ningún tipo de poder.
3. Para lo anterior es necesario que la CEDHJ se transforme en un auténtico organismo autónomo, es decir, que su actuación tenga como principal motivación la defensa de los derechos de las y los jaliscienses, y que no responda a los intereses de ninguno de los partidos políticos, ni de ningún poder fáctico en la entidad.
4. Es necesario que la Comisión tome como agendas fundamentales de su labor los temas que más lastiman a la sociedad como las desapariciones, la inseguridad pública, la violación de los derechos de las mujeres, el respeto de las autonomías indígenas, el deterioro del medio ambiente, la discriminación y la ausencia de libertades.
5. La nueva CEDHJ tendría que llevar su labor más allá de la defensa de casos y buscar la armonización del marco legal estatal con los estándares más elevados en materia de derechos humanos a nivel internacional, además de impulsar que todas las políticas públicas en Jalisco tengan un claro énfasis y enfoque de derechos humanos.
6. Durante estos años quedó claro que la capacitación y la comunicación realizada por esta organización no logró revertir la idea tan extendida a lo largo y ancho de Jalisco, de que “los derechos humanos defienden delincuentes”, este reto implica que la Comisión renueve y transforme sus métodos de educación y comunicación en derechos humanos, para que efectivamente la gente se apropie cada vez más de esta agenda.
7. Frente a una relación de conflicto que durante estos últimos años tuvo la CEDHJ con variadas e importantes organizaciones de la sociedad civil, esta nueva gestión deberá reestablecer esta relación y convertir en su principal interlocutor a la sociedad, sobre todo aquella que defiende y se interesa por la vigencia de los derechos. La Comisión debe entender que su mayor aliado serán las organizaciones y la sociedad; y no los poderes políticos y fácticos.
8. Finalmente, este proceso de transformación tiene que ser inmediato, efectivamente reconvertir a una institución con estas inercias requiere tiempo, pero los signos y las evidencias de que se camina con un horizonte distinto tienen que quedar claros a la brevedad y es por ello que el nuevo titular de este organismo tiene que dar pasos firmes y nítidos hacia la construcción de otra CEDHJ.
Me parece muy claro que esta es la última oportunidad que este organismo tiene para demostrar su valía y su labor en Jalisco; y si esta nueva gestión no muestra los signos de cambio real y retrasa el proceso de refundación, me parece que lo más pertinente es exigir el cierre de la institución y crear otra cosa distinta. Espero que Hernández Barrón entienda el papel que le toca realizar.
Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com
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