“Este encuentro será una ocasión propicia para iniciar un diálogo transparente y un recorrido concreto de reconciliación y de encontrar de nuevo fraternidad, para garantizar la paz en la península coreana y en el mundo entero”.
“A Pueblo Coreano, que desea ardientemente la paz, aseguro mi oración personal, y la cercanía de toda la Iglesia. La Santa Sede acompaña, sostiene y anima toda iniciativa útil y sincera para construir un futuro mejor”.
Francisco hizo también un importante llamado: “A aquellos que tienen responsabilidades políticas directas pido tener la valentía de la esperanza haciéndose ‘artesanos de paz, mientras exhorto a proseguir con confianza el camino tomado por el bien de todos”.
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