Aunque la amenaza se produjo durante la Audiencia General del Papa Francisco, esta no fue interrumpida, pero sí se cerraron los accesos a la Via della Conciliazione.
La alarma se desató después de que los servicios de seguridad de la Ciudad del Vaticano recibieran, sobre las 9:30 a.m. de Roma, una llamada avisando de la existencia de una bomba en una oficina bancaria en la Via San Pio X, junto a la Via della Conciliazione.
A continuación, los servicios de seguridad vaticanos e italianos pusieron en marcha los protocolos antiterroristas, desalojaron varios edificios, cortaron el tráfico en varias calles y se suspendió el transporte público.
Sin embargo, para evitar escenas de pánico que pudieran ocasionar males mayores, se decidió no suspender la Audiencia General presidida por el Papa en la misma Plaza de San Pedro, donde se encontraban miles de personas.
Finalmente, cuando se confirmó que se trataba de una falsa alarma, se levantaron las medidas de prevención.
Italia, al igual que otros muchos países europeos, se encuentra en máxima alerta antiterrorista como medida de prevención ante posibles ataques de grupos yihadistas.
Además, las medidas de seguridad en el Vaticano se extreman todos los miércoles con motivo de la Audiencia General en San Pedro. A ello hay que sumar el refuerzo de seguridad en Roma ante la próxima formación del nuevo Gobierno italiano.
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