El sábado 31 de octubre y el 1 de noviembre se registraron concentraciones de fieles en el exterior del Obispado de San Rafael y en la Plaza San Martín, frente a la Catedral de la ciudad, así como en diversas partes de la diócesis con feligreses que realizaban oraciones, rezaban el Santo Rosario y portaban pancartas con lemas que pedían no cerrar el seminario diocesano, uno de los más numerosos en vocaciones en Argentina.
Manifestación y oración al exterior del Obispado de San Rafael. Crédito: Cortesía Andrea Greco.
Carteles colocados en el exterior del Obispado de San Rafael este 1 de noviembre. Crédito: Cortesía Andrea Greco.
Entre los lemas en los carteles que portaban los manifestantes se leía “No estamos confundidos, estamos indignados”; “Basta de amenazas, Monseñor”; “Por nuestros seminaristas, expliquen la verdadera causa”; “Pedimos un Comisario Apostólico”; y “Santo Padre devuélvanos el seminario y los seminaristas”.
También se realizaron caravanas de automóviles que recorrieron la diócesis con mensajes similares.
Caravana de autos exigiendo frenar el cierre del seminario diocesano de San Rafael. Crédito: Cortesía Andrea Greco.
Las tensiones entre el Obispado de San Rafael, gobernado pastoralmente por Mons. Eduardo María Taussig, y un grupo importante de fieles y sacerdotes se remonta hasta mediados de junio de este año, cuando el Prelado, al anunciar el reinicio del culto público suspendido por la pandemia de coronavirus COVID-19, determinó que la Comunión solo podría ser recibida de pie y en la mano y no directamente en la boca y de rodillas.
La disposición de Mons. Taussig habría causado tensiones también al interior del seminario diocesano.
El 27 de julio, el Obispo de San Rafael anunció que, por disposición del Vaticano, el Seminario “Santa María Madre de Dios” sería cerrado para fines de 2020 y los seminaristas serían reubicados en otras diócesis argentinas.
En declaraciones a TVA El Nevado el 27 de julio, el P. José Antonio Álvarez, vocero de la Diócesis de San Rafael, dijo que “debido a la reacción indisciplinada de una buena parte del clero de la diócesis en este momento esta diócesis no tiene la posibilidad de conformar un equipo de formadores conforme a la disciplina de la Iglesia”.
El 20 de agosto, Mons. Taussig anunció que impondría sanciones canónicas a los sacerdotes que persistan en la desobediencia, dando la comunión directamente en la boca y no en la mano.
Tras reunirse con el Papa Francisco, el Obispo de San Rafael dijo a fines de octubre que la decisión del Vaticano de cerrar el seminario “no estaba en discusión” y se hará efectiva a fines de este año.
Los fieles se han expresado repetidamente contra el cierre del seminario, con caravanas, convocatorias de oración y manifestaciones al exterior del Obispado de San Rafael.
Fieles reunidos en oración en la Plaza San Martín, en San Rafael. Crédito: Cortesía Andrea Greco.
Fieles portan carteles pidiendo que no cierren el seminario diocesano de San Rafael. Crédito: Cortesía Andrea Greco.
Ante las protestas de los últimos días, Mons. Eduardo María Taussig publicó una carta el 30 de octubre, pidiendo a los fieles que “no concurran a estas convocatorias anónimas”, pues “agravan la situación y pueden perjudicar más a los mismos seminaristas, que todos queremos cuidar”.
Ante la convocatoria realizada para este fin de semana, el Prelado dijo que las manifestaciones “dañan ante todo al mismo Seminario. Los laicos que pegaron carteles injuriosos, que llevaron a sus niños y les permitieron golpear las ventanas y puertas, que lastiman la unidad de la Iglesia y escandalizan a sus miembros (y a los que no lo son y miran sorprendidos desde afuera), son vistos como ‘frutos del Seminario’. Porque reflejan, al menos indirectamente, la formación recibida de parte de quienes también han egresado del Seminario. Las caravanas convocadas igualmente serán juzgadas así”.
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