En un video publicado en su página de Facebook, el Cardenal Sandoval Íñiguez pidió que “no se invoque la libertad para no instruir a sus hijos en la fe”, y recordó a los padres que cuando llevaron a sus hijos a bautizar se les preguntó si aceptaban “el compromiso de educarlo en la fe. Él y la mamá y los padrinos, dijeron que sí”.
Aquel padre de familia que decide no educar a sus hijos en la fe católica, indicó, les priva “de un bien muy grande que es el conocimiento de Dios, el amor de Dios, nuestro Creador y Padre y también nuestro Destino Eterno”.
El Purpurado indicó que a cada hijo “se le educa de forma sencilla pero desde los primeros años, no esperar que tengan los 10, 12, 15 años, porque entonces ya se les fueron”.
“Se les inculca el bien desde pequeños, las buenas costumbres, la moral humana y cristiana y su fe y su oración y su práctica religiosa”, señaló.
“Si esperan a que el niño llegue a la adolescencia, con el mundo como está ahora de destrozado en cuanto a principios, no van a lograr nada, se les van a ir los muchachos”, advirtió.
El Arzobispo mexicano recordó que “una experiencia de muchísimos de nosotros” es que “la fe que entra más al corazón, que las devociones más entrañables, que los amores religiosos más profundos son los que nos inculcaron nuestros padres de niños”.
“A lo mejor no con mucha ciencia pero con mucho amor, con mucho cariño. y eso entró en nuestro corazón”, dijo.
“Hay teólogos, hay sacerdotes muy instruidos que pueden dar muy buenas explicaciones, pero tal vez no lleguen al corazón como llega la palabra de una madre, que le dice a su criaturita ‘encomiéndate a Dios, pídele a la virgen, rézale al ángel de tu guarda’. Cosas muy sencillas, y se meten al corazón para toda la vida”, añadió.
El Purpurado dijo a los padres de familia que “el mundo anda mal, el mundo está sumamente equivocado. Creo que el mayor peligro es la ‘independencia’ que le están inculcando a toda la sociedad: ‘sé tú mismo, que nadie te imponga, que nadie te diga, que nadie te mande, sé tú mismo, escoge tú, decide tú’”.
Se trata, continuó, de “una independencia como si nadie nos hubiera hecho,como si no tuviéramos dueño. Es una independencia absurda”.
El Cardenal Sandoval Íñiguez recordó que “hay un Ser Supremo que nos puso en el mundo. ¿Para qué?, hay que preguntarse. La religión te da la respuesta: te puso en este mundo para que ames y sirvas a Dios y a tu prójimo y después tengas un premio, una vida mejor que esta vida, la vida eterna”.
El Purpurado subrayó que las personas “necesitamos unos de otros y sobre todo necesitamos del que está arriba de nosotros, del que todo lo puede y es Señor de todo”.
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