Este nombramiento significa que, formalmente, Mons. Saunders de 70 años de edad sigue siendo el Obispo de Broome pero está llamado, según lo establece el Código de Derecho Canónico a colaborar “en cuanto le compete, al pleno, libre y sereno desempeño del mandato del administrador apostólico”.
El caso más reciente del nombramiento de un administrador apostólico sede plena se dio en la Arquidiócesis de Lyon, ante las acusaciones por encubrimiento de abusos contra el Cardenal Philip Barbarin, cargos de los que fue finalmente absuelto por la justicia de Francia en enero de este año.
ACI Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI, indica que la decisión del Papa de nombrar un Administrador Apostólico sede plena en la diócesis australiana “sigue a una agresiva investigación de los medios australianos que habrían descubierto una serie de abusos en la Diócesis de Broome da parte de sacerdotes. La responsabilidad recae sobre Saunders, acusado él también –pero las investigaciones están aún en curso– de inconducta sexual”.
El 10 marzo de este año el Obispo Saunders, que sirve en la Diócesis de Broome como sacerdote desde 1976 y como obispo desde 1995, decidió voluntariamente hacerse “a un lado” ante el inicio de una visita apostólica (investigación) que aún está en curso y que es liderada por Mons. Peter Ingham, Obispo Emérito de Wollogong.
Una acusación de inconducta sexual contra Mons. Saunders se presentó ante la policía australiana en octubre de 2018.
La decisión de la visita apostólica ordenada por el Vaticano y del alejamiento del Obispo Saunders fue informada por Mons. Timothy Costelloe, Arzobispo Metropolitano de Perth, el principal prelado en la provincia del mismo nombre en la que está la Diócesis de Broome que abarca varias misiones en territorios aborígenes.
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