La primera semana de noviembre, la Iglesia en Estados Unidos celebra la “Semana Nacional de Concientización sobre las Vocaciones” o “Semana Vocacional”, un evento que busca recordar que la santidad es la vocación del cristiano y alentar a los jóvenes a no tener miedo de preguntarle a Dios sobre su llamado, sea la vocación a la vida consagrada o al matrimonio.
En declaraciones a Radio Católica Online TV, el P. Daniel Daza-Jaller, director de la oficina de vocaciones de la Diócesis de Palm Beach, señaló que además de pedir al Señor más vocaciones religiosas, desean resaltar la belleza de cada vocación y alentar a los jóvenes a preguntarle a Dios a qué los llama.
“Esta semana es para recordar a todo el pueblo entero de la importancia de las vocaciones y alentar a los jóvenes a hacerse la pregunta de qué es lo que quiere Dios para su vida. No se trata de forzar a nadie a ser sacerdote o religiosa, sino simplemente a que se pregunte el deseo de Dios para su vida”, dijo.
En ese sentido, el P. Daza dijo que este evento convoca “no solamente a personas que están buscando la vocación sacerdotal, sino también cualquier vocación. Yo me he querido enfocar mucho en esto al empezar esta labor como director de vocaciones”.
Explicó que en la actualidad la vocación al matrimonio también está siendo atacada y “perdiendo su deseo de ser”, pese a ser el origen de la que nacen todas las vocaciones, y también recordó la vocación al celibato laical como una opción dentro de todo el espectro de vocaciones.
“La familia tiene un gran papel para formar vocaciones, a veces más que un sacerdote”, dijo. “Creo que es importante también resaltar la importancia del matrimonio sacramental como sacramento de la Iglesia y también […] otras vidas en la Iglesia que también existen y que a veces ni siquiera estamos conscientes de ellas” como son los “diáconos célibes”, añadió.
El P. Daza, que actualmente sirve en la Catedral San Ignacio de Loyola donde se formó como seminarista, dijo que en sus dos años como sacerdote comprobó “que entregarse al Señor nos lleva a la felicidad, nos lleva a la grandeza”.
“En mi poco tiempo siguiendo al Señor fielmente, he reconocido que su plan va mucho más allá de lo que es mi plan , su idea de mi felicidad va mucho más allá de lo que yo pueda tener en mente, Entonces le doy gracias a Dios por eso y tengo la esperanza que en el futuro seguirá siendo así”, dijo. Además dijo que su meta es ser “un pastor según el corazón de Cristo. Si soy eso, basta”.
En ese sentido, recordó a los jóvenes que “todo hombre católico debe preguntarse en algún momento en su vida: ‘¿Señor, quieres que sea sacerdote?’ […]. Aunque lo lleve al sacerdocio o no, tiene que hacer esa pregunta simplemente para tener esa apertura al Señor”.
Recordando las palabras de San Juan Pablo II, el P. Daza dijo que “el Señor también dice que tenemos que pedirle a Dios que siga enviando obreros a su mies y que estos obreros tengan el valor de no tener miedo de decir: ‘Sí’”, dijo.
En sintonía con el Papa Francisco, el sacerdote también comentó sobre la dificultad que los jóvenes pueden experimentar para escuchar el llamado de Dios en medio de la “bulla del mundo”. Dijo que la clave para lograrlo es la oración.
“Cualquier sacerdote o religioso le dirá a los jóvenes de hoy que lo más importante para escuchar la voz de Dios es la oración […] Por eso, cuando alguien me pregunta sobre cómo saber la voluntad de Dios para mi vida, cómo saber si Dios quiere que me case con esta persona o con la otra, le pregunto ¿cómo está tu vida de oración?”, señaló.
El sacerdote invitó a preguntarse cuánto tiempo del día se dedica a la oración personal o simplemente, a estar en silencio. Señaló que además de participar en la Misa dominical, es necesario también tener al menos cinco minutos para orar y estar en silencio. “Yo lo hago diario, no solamente para saber mi vocación, sino también para cada día”, dijo.
Además, el P. Daza recordó que es importante ser perseverante en la oración, estar atento a la voz de Dios y tener paciencia para reconocer su llamado.
“No solamente es hacer la pregunta, sino también esperar y escuchar. A veces requiere paciencia, porque el Señor demora un poquito en dar la respuesta, pero si tenemos la confianza, si tenemos la paciencia en el Señor, Él nos dará la respuesta”, señaló.
El P. Daza también dijo que “lo más bello” es que la pregunta sobre la vocación tiene para todos la “misma respuesta y es la santidad”. “Dios quiere que todos seamos santos, Dios quiere que todos seamos felices y al fin y al cabo no importa cuál sea la vocación a la que Él nos llama”, señaló.
“Si Él nos llama, nos va a conducir a la santidad y a la felicidad. Eso es lo que importa, eso es lo que yo quiero: felicidad y santidad, como sea que el Señor me lo quiera dar, como sea que me quiera conducir”, añadió.
Señaló que dado el contexto actual, el evento de este año será virtual y presencial. “Si el Señor nos envió a evangelizar a los fines del mundo a predicar el evangelio y hasta nuevo continente que es el Internet, que son las redes sociales, bueno, hay que ir hasta el fin del mundo hasta la última tierra para conquistarla para Cristo, para su Iglesia, para su honor y su honra”, dijo.
La semana se inauguró el 1 de noviembre con la Santa Misa y Hora Santa en la Catedral San Ignacio de Loyola de la Diócesis de Palm Beach. Todos los eventos se transmitirán virtualmente a partir de las 7:00 p.m. por medio de Facebook.
El lunes se entrevistará al Obispo de Palm Beach sobre su camino vocacional, el martes unas religiosas explicarán sobre cómo es la vida religiosa femenina; el miércoles unos sacerdotes se reunirán con jóvenes en el bar “Sailfish Brewery Company”, en Fort Pierce, para hablar sobre el discernimiento; el jueves, grupo de esposos hablarán sobre el matrimonio; y el sábado, célibes consagrados que viven en la diócesis contarán su experiencia.
“Te damos gracias Señor porque tu deseo más grande es que estemos contigo en la eternidad. Te pedimos señor que nos sigas iluminando, especialmente que ilumines a los jóvenes para que no tengan miedo a hacerse esa pregunta de qué es tu voluntad para su vida, y que encontrando esa respuesta tengan el valor, tengan el deseo de decir: ‘Sí’, Señor, de seguirte a ti incondicionalmente, conociendo que el camino tuyo a lo que sea que nos lleve, nos llevará a la felicidad”, concluyó.
Los interesados en más información, pueden escribir en el sitio web de la Diócesis de Palm Beach, al Facebook de la pastoral de vocaciones y al siguiente correo electrónico: vocations@diocesepb.org
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