El proyecto de ley SB 2180 requería que los sacerdotes u otras figuras religiosas informaran casos de abuso infantil confirmados o bajo sospecha a las autoridades si se enteraban del delito en una confesión o conversación privada.
Lee, quien copatrocinó el proyecto de ley, señaló que el controvertido proyecto se había convertido en “una distracción” y señaló que existe una “falta de comprensión sobre el objetivo y las circunstancias”.
La ley actual de denuncia obligatoria en Dakota del Norte establece que el clero se considera informador obligatorio de abuso infantil conocido o bajo sospecha, excepto en los casos en que “el conocimiento o la sospecha se derive de información recibida en calidad de consejero espiritual”, como en el confesionario. El proyecto de ley patrocinado por Lee y otros senadores habría revocado esa excepción.
En un comunicado, la Conferencia Católica de Dakota del Norte señaló que comparte los objetivos de Lee sobre la lucha contra el abuso infantil, pero no estaba de acuerdo con su legislación.
“Compartimos el llamado de la senadora Lee para prevenir el abuso infantil. Simplemente no estábamos de acuerdo con el proyecto de ley”, señaló.
La conferencia católica indicó que espera trabajar con los legisladores para lograr una verdadera protección de los más débiles y del bien común y agradeció a todos los que se comunicaron con los senadores en oposición a la legislación.
Lee dijo que la conversación sobre el abuso infantil “tiene que continuar” y señaló que es necesario que todos puedan hacer lo posible “para proteger a estos pequeños”.
Los sacerdotes están obligados por el Derecho Canónico, derivado de la ley divina, a mantener la confidencialidad del contenido de una confesión, y ni siquiera se les permite revelar si tuvo lugar o no una confesión. El Código de Derecho Canónico establece que “el sigilo sacramental es inviolable; por lo cual está terminantemente prohibido al confesor descubrir al penitente, de palabra o de cualquier otro modo, y por ningún motivo”.
Los sacerdotes no pueden violar el sigilo ni siquiera bajo la amenaza de encarcelamiento o pena civil, y pueden incurrir en una excomunión latae sententiae si lo hacen. El Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), numeral 1467, explica la enseñanza de la Iglesia sobre el secreto de confesión. Los dos obispos de Dakota del Norte habían escrito previamente cartas a los católicos diciendo que el proyecto de ley del estado violaba la libertad religiosa.
El Obispo de Bismarck, Mons. David Kagan, señaló el 20 de enero que el proyecto de ley “haría al Estado y no a nuestra amada Iglesia Católica el moderador de nuestra fe y nuestra vida sacramental”.
“Si se aprueba este proyecto de ley, tendrá un impacto directo en todos los católicos del estado”, resaltó. "Si este proyecto de ley se aprueba, impedirá directamente nuestro libre ejercicio de nuestras creencias y prácticas religiosas", agregó.
Asimismo, el Obispo de Fargo, Mons. John Folda, señaló que el proyecto de ley está “intrínsecamente sesgado en contra de la religión”.
“La Iglesia condena el abuso de menores por parte de cualquier persona. Los sacerdotes y diáconos ya son informantes obligatorios de cualquier sospecha de abuso de un menor”, declaró. “Hasta ahora, la asesoría espiritual ha estado exenta de este mandato, pero SB 2180 pondría fin a esta exención”, subrayó.
Mons. Folda señaló que el proyecto de ley, si se convierte en ley, “violaría los derechos de todas las personas de fe a practicar su religión sin interferencia del gobierno”.
Además, advirtió que “durante siglos, los tiranos han intentado infiltrarse en la santidad del confesionario para sus propios fines, y este es un intento más de violar la sagrada confidencialidad del Sacramento de la Reconciliación”.
Traducido y adaptado por Harumi Suzuki. Publicado originalmente en CNA.
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