En el vértice de la discusión
¿Será prudente legalizar el consumo humano de la mariguana “con fines recreativos”, aunque siga considerándosele “enervante”?
Lic. José Luis Ochoa Torres
Esta pregunta es de gran actualidad, y por muchas razones resulta intencionalmente provocativa.
Antes de intentar darle respuesta, quiero resaltar que los Legisladores y demás personajes que proponen tal medida, podrían –en un arranque de osadía temeraria– procurar derogar la Ley de la Gravitación Universal (Ley de la Gravedad), descubierta por Isaac Newton. Y seguramente éste se destornillaría de risa y de pena en su sepulcro ante semejante atrevimiento, y también la naturaleza de este fenómeno seguiría exactamente igual, haciendo caso omiso de la intromisión de los Legisladores en ámbitos que escapan a aquello que es susceptible de ser regulado por cualquier Gobierno en el país que sea.
Ahora, deseo preguntarle al amable lector si estaría dispuesto a abordar un taxi cuando el conductor del mismo ha fumado mariguana, y –todavía un poco más– si asumiría el riesgo de abordar un avión cuyos pilotos la hayan consumido; o bien, si aceptaría someter a alguno de sus familiares más cercanos y queridos a una intervención quirúrgica delicada, para la cual los Cirujanos hayan consumido esta yerba. En mi caso personal, yo cambiaría de taxi o de avión, de Médico y hasta de Hospital, pues deseo velar tanto por mi vida como por mi integridad corporal, como lo hace la inmensa mayoría de la gente razonable. Otro tanto puedo decir en relación con mis seres queridos.
El consumo humano de mariguana (cannabis índica), según estudios médicos de probada seriedad que me permitiré transcribir a continuación, en su parte medular produce ciertamente efectos nocivos.
“¿Cómo afecta la marihuana al cerebro?
Cuando se fuma la mariguana, el THC pasa rápidamente de los pulmones al torrente sanguíneo, que transporta la sustancia química al cerebro y a otros órganos de todo el cuerpo. Cuando se ingiere en comidas o bebidas, se absorbe más lentamente.
Independientemente de cómo se ingiera, el THC actúa sobre puntos moleculares específicos en las células cerebrales, llamados receptores cannabinoides. Por lo general, estos receptores se activan mediante sustancias químicas similares al THC que se producen de forma natural en el cuerpo (como la anandamida) y forman parte de una red de comunicación neuronal llamada sistema endocannabinoide. Este sistema desempeña un papel importante en el desarrollo del cerebro y su funcionamiento normal.
La mayor densidad de receptores de cannabinoides se encuentra en las partes del cerebro que influyen en el placer, la memoria, el pensamiento, la concentración, la percepción sensorial y del tiempo y el movimiento coordinado. La mariguana sobreactiva el sistema endocannabinoide, que provoca el efecto narcótico y otros efectos que experimentan los consumidores. Estos efectos incluyen la alteración de las percepciones y los estados de ánimo, la pérdida de la coordinación, inconvenientes para pensar y resolver problemas, y dificultades en el aprendizaje y la memoria.
La mariguana también afecta el desarrollo del cerebro, y cuando los jóvenes la consumen en gran cantidad, sus efectos sobre el pensamiento y la memoria pueden durar mucho tiempo o incluso volverse permanentes. Un estudio reciente de los consumidores de mariguana que comenzaron a consumir en la adolescencia reveló una conectividad sustancialmente reducida entre las áreas del cerebro responsables del aprendizaje y la memoria. Además, un estudio a largo plazo de gran envergadura en Nueva Zelanda mostró que las personas que comenzaron a fumar mariguana en grandes cantidades en la adolescencia, perdieron un promedio de 8 puntos en el coeficiente intelectual entre los 13 y los 38 años de edad. Es importante destacar que las capacidades cognitivas perdidas no se restauraron completamente en las personas que dejaron de fumar mariguana en la edad adulta. Los que comenzaron a fumarla en la edad adulta, no mostraron disminuciones significativas en su coeficiente intelectual.
¿Cuáles son otros efectos que tiene la mariguana sobre la salud?
Su consumo puede generar una amplia gama de efectos, sobre todo en la salud mental y en la cardiopulmonar.
Se trata de una sustancia que irrita los pulmones, y los fumadores frecuentes de mariguana pueden contraer muchos de los mismos problemas respiratorios que experimentan los fumadores de tabaco, como tos y producción de flema a diario; enfermedades agudas más frecuentes en la zona del tórax, y un mayor riesgo de infecciones pulmonares.
Un estudio concluyó que las personas que fuman ese estupefaciente con frecuencia, pero que no fuman tabaco, tienen más problemas de salud y pierden más días de trabajo que los que no fuman mariguana, principalmente a causa de enfermedades respiratorias. Todavía no se sabe si fumar mariguana contribuye al riesgo de contraer cáncer de pulmón.
La cannabis también aumenta la frecuencia cardíaca de 20 a 100 por ciento poco después de fumarla. Este efecto puede durar hasta tres horas. En un estudio se estimó que los consumidores de mariguana tienen un aumento de 4.8 veces en el riesgo de ataque cardíaco en la primera hora después de haber inhalado la droga. Este riesgo puede ser mayor en las personas de edad avanzada o en aquellos con vulnerabilidades cardíacas.
Varios estudios han relacionado el consumo crónico de la mariguana con las enfermedades mentales. Las dosis altas pueden producir una reacción psicótica temporal (que implica alucinaciones y paranoia) en algunos consumidores, y puede empeorar el curso de la enfermedad en pacientes con esquizofrenia. Una serie de estudios a gran escala que realizaba el seguimiento de algunos consumidores durante un tiempo, también mostró una relación entre el consumo de mariguana y el posterior desarrollo de la psicosis. Esta relación estaba influida por variables genéticas, así como por la cantidad de droga consumida, su potencia y la edad a la que se había empezado a probar. Quienes comienzan a usarla a temprana edad, contraen un mayor riesgo de enfrentar problemas más adelante.
Más consecuencias dañinas
También se han encontrado asociaciones entre el consumo de mariguana y otros problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad, los pensamientos suicidas entre los adolescentes y los trastornos de la personalidad, que incluyen la falta de motivación para participar en actividades típicamente gratificantes. Aún se necesita continuar la investigación para confirmar y entender mejor estos vínculos.
Durante el embarazo, ese vicio se asocia con un mayor riesgo de problemas neuroconductuales en los bebés. Debido a que el THC y otros compuestos del enervante imitan a compuestos químicos endocannabinoides propios del cuerpo, el consumo de mariguana por parte de mujeres embarazadas podría alterar el sistema endocannabinoide que está desarrollándose en el cerebro del feto. Las consecuencias para el niño podrían incluir déficit de atención, memoria y resolución de problemas. Además, debido a que afecta gravemente el juicio y la coordinación motora, contribuye al riesgo de lesiones o muerte al conducir un automóvil. Un análisis reciente de los datos de varios estudios descubrió que el consumo de mariguana duplica el riesgo de tener un accidente para un conductor. La combinación de mariguana y alcohol es peor que estas sustancias por separado en cuanto a las dificultades motrices”.
National Institute on Drug Abuse. Marihuana. Noviembre 2014.
Corolario
De suerte que no sólo produce euforia y graves alteraciones en la conducta, sino una gradual extinción de las neuronas, como también depresión, anulando las motivaciones de la persona consumidora, abriéndole la puerta a severos trastornos mentales y –lo que es peor– para el consumo de otras drogas más fuertes y dañinas, como la heroína y la cocaína. Sabemos perfectamente, por los Medios de Comunicación y por nuestro entorno, que la mayor parte de delitos tales como el homicidio, el asalto a mano armada, la violación y las agresiones, sobre todo las graves, son perpetradas por adictos a las drogas mencionadas, e incluso a otras semejantes, pues hacen envalentonarse al cobarde, y exaltan los deseos de venganza y las apetencias sexuales.
No pretendo agotar un tema de tanta importancia en un ensayo tan breve como éste; pero debo expresar mi inenarrable asombro al advertir que estos Legisladores, en lugar de apelar a lo que hay de más noble y sublime en el ser humano, apelan a la BESTIA que todos llevamos dentro, si permitimos que se desborden indiscriminadamente nuestras pasiones más bajas.
Chesterton, gran Periodista y Escritor británico, decía, con un fino sentido del humor, que los pecados generalmente se pagan en la otra vida, pero las torpezas y barbaridades (idioteces), empiezan a pagarse desde aquí.
Para terminar esta reflexión, me apena advertir que quienes promueven despenalizar el consumo de esta droga se sirven de eufemismos como el de “recreación”, demostrando ignorancia o mala fe, pues la real connotación de tan supuesta recreación no es en forma alguna la de envilecer, sino la de divertir, que implica necesariamente el compartir (di-verter) con quienes nos rodean, sucesos, obras de arte y –en fin– que ensanchan tanto el cuerpo como el alma y, por ende, plenifican los espacios de nuestras posibilidades.
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