En menos de 24 horas, tres de estas pequeñas instalaciones policiales fueron atacadas. En la madrugada de este domingo el objetivo fue el CAI ubicado en el municipio de Soledad, departamento del Atlántico, dejando siete heridos, cinco de ellos policías y dos civiles.
El sábado, a primera hora de la mañana, una detonación de explosivos en el CAI de San José de Barranquilla mató a cinco policías y dejó unos 40 heridos. En la noche el objetivo fue el puesto policial de Buenavista en Santa Rosa del Sur, Bolívar, con dos efectivos fallecidos y un herido.
“Ponemos en las manos del Señor a todas las víctimas”, expresó el Prelado en un audio difundido por el sitio web de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC).
Mons. Salas transmitió su solidaridad a las familias de las víctimas y con los heridos. Indicó que acontecimientos como estos “no pueden amedrentarnos. No nos pueden hacer caer en desánimo, en desesperanza”.
El Arzobispo de Barranquilla recordó que “todos estamos llamados a vivir en convivencia, todos estamos llamados a vivir como hermanos y ese es el llamado”. “Por encima de todo somos hermanos y como hermanos hemos de respetarnos y sobre todo tener en el más alto valor la vida de cada uno de nosotros”, insistió.
Mons. Salas pidió a Dios que permita a los colombianos “seguir construyendo paz y reconciliación, que es el anhelo más profundo” del país.
Las autoridades están investigando para hallar a los responsables de los tres atentados.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 8 de diciembre de 2017
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