Aliento y gratitud

Editorial de Semanario #1162

En México, en un contexto de nuevo sexenio, y de nuevas leyes y reforma educativa,  la función educativa esencial debe continuar. Desde hace algunas semanas se fue configurando el nuevo proyecto de ley en educación en las cámaras. Así como muchos esperaban mejores condiciones para todos los demás sectores, como el laboral, y en la salud, se desea consistencia en las propuestas educativas.

Los legisladores, al aprobar la reforma educativa, señalaron que será la educación, “una palanca para el desarrollo”, que forme aptitudes y habilidades en los niños, para que sean independientes y productivos. El estado y no los sindicatos magisteriales tendrán la rectoría en la educación, y se mantendrá la evaluación magisterial, para garantizar su calidad. Se espera que las leyes secundarias, así lo establezcan.

La mayor parte de la sociedad le dio el voto de confianza al Presidente,  pero falta conocer el proyecto educativo completo, y su instrumentación financiera, sobre todo para garantizar la gratuidad de la educación,  para que se aclaren dudas y sospechas, para que no se empobrezca la educación ni las expectativas.

Para el Papa Francisco, los maestros son como el Sol. Muchos no ven su trabajo constante, porque las miradas están en otras cosas, pero no dejan de irradiar luz y calor a los educandos, aunque únicamente los sabrán apreciar aquellos que  “giren” hacia su influjo; y expresa que “El Sol no se apaga durante la noche, se nos oculta por un tiempo por encontrarnos al otro lado, pero no deja de dar su luz y su calor”.

El Papa alienta  a tomar conciencia de los cambios y a “renovar el compromiso para una colaboración constructiva, por el bien de los niños y jóvenes, entre los padres de familia, y los maestros. Se debe luchar por una educación integral, con un estilo de vida responsable. Educar a un estilo de vida basado en la actitud de cuidar nuestra “casa común”, que es la creación, y el derecho de los padres a educar a los hijos, según sus propios valores y perspectiva.

Una educación que coopere en la formación de personas abiertas, que se interesen en la realidad que los rodea, capaces de cuidar y “libres del prejuicio de que para valer, hay que ser competitivos, agresivos, duros hacia los demás, en especial hacia los que son diferentes, extranjeros o los que de algún modo son vistos como obstáculo para la propia afirmación”.

Insiste en educar en un estilo de vida que “no sea esquizofrénico”, que cuide a los animales en extinción, pero ignore los problemas de los ancianos. O que defienda la selva amazónica y descuide los derechos de los trabajadores a un salario justo, y así sucesivamente, en otros temas.

Se espera que el maestro siga siendo un pilar fundamental en la educación de los estudiantes, empujando positivamente por la ruta de educar para la vida, no solo para la excelencia profesional; educar en la construcción de valores sociales y humanos a los alumnos; no sólo por la motivación económica necesariamente, sino por vocación y pasión por su trabajo de educar y de amar a los alumnos. ¡Feliz Día del Maestro!

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