En una carta publicada el 14 de mayo, Mons. José Gomez, Arzobispo de Los Ángeles, explicó que el “Programa de Compensación Independiente para Víctimas-Sobrevivientes de Abuso Sexual de Menores por Sacerdotes (PCI)” busca “dar a estas personas la oportunidad de buscar reparación y sanación a través de un programa independiente”.
Además de la Arquidiócesis de Los Ángeles participan en el programa las Diócesis de Orange, San Bernardino, San Diego, Fresno y Sacramento.
Mons. Gomez recordó que “durante más de dos décadas en la Arquidiócesis de Los Ángeles, hemos estado trabajando juntos para promover la sanación y reparar el terrible daño sufrido por las víctimas-sobrevivientes de abuso por parte de miembros de la Iglesia".
“Una vez más, quiero expresar mi pesar por este abuso y pedir disculpas a todos los que han sufrido. Seguiremos atentos en nuestros esfuerzos para proteger a los niños y denunciar los abusos y ayudar a las víctimas-sobrevivientes”.
Este programa, explicó, se desarrolló durante los últimos siete meses “con Kenneth R. Feinberg y Camille S. Biros, mediadores respetados y administradores de programas de compensación”.
Este plan, añadió, “es similar a otros programas establecidos por el Señor Feinberg y la Señora Biros en Nueva York, Nueva Jersey, Pennsylvania y Colorado. Esos programas ya han ayudado directamente a cientos de víctimas-sobrevivientes”.
Mons. Gomez aseguró que “el Sr. Feinberg y la Sra. Biros tendrán control administrativo completo sobre el PCI. Además, el programa está supervisado por una junta independiente que incluye al ex Gobernador Gray David y a la líder empresarial y ex Administradora de la Administración de Pequeños Negocios de los Estados Unidos. María Contreras-Sweet”.
El Prelado expresó además su agradecimiento “a todos los que se han unido a la Arquidiócesis en nuestros esfuerzos de prevención y protección contra el abuso, especialmente a nuestro personal y voluntarios laicos en nuestros programas de Protegiendo a los Niños y el Ministerio de Asistencia a las Víctimas que han trabajado incansablemente para que nuestras parroquias, escuelas y ministerios sean más seguros”.
“Que Dios les bendiga a medida que continúan esta obra vital”, expresó.
“Por favor, únanse conmigo para continuar orando por todos aquellos que han sufrido abuso. Y sigamos trabajando juntos para prevenir el abuso y proteger a los niños en nuestras parroquias, escuelas y ministerios”.
Al finalizar su misiva, el Arzobispo de Los Ángeles reiteró su pedido de disculpas “a las víctimas de abuso sexual de sacerdotes, expreso mi profundo pesar y lamento nuestros fracasos pasados y la confianza que se rompió”.
“Me doy cuenta, como ustedes también lo saben, que ningún programa, por muy bien intencionado y muy bien diseñado que esté, puede reparar el daño causado a las víctimas y a sus familias. Pero rezo para que este nuevo programa pueda proporcionar otro camino hacia la sanación y la esperanza”, manifestó.
“Que podamos encontrar esperanza en Jesucristo, que la Santísima Virgen María sea una madre para todos nosotros y que Dios nos dé paz”, concluyó.

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