Pastoral para la comunicación.- Es necesario reconocer, “apreciar y promover aquellos grupos vocacionales, cuyos miembros ofrecen su ayuda de oración y de sufrimiento por las vocaciones sacerdotales y religiosas, así como su apoyo moral y material” es así, como el la Exhortación Apostólica Postsinodal “Pastores Dabo Vobis” acentúa dicho apostolado. En efecto, para el Seminario Diocesano de Tijuana desde hace 78 años las Damas Auxiliares han sido una base sólida en el sustento espiritual y material de la formación de sacerdotes en nuestra Arquidiócesis.
Año con año en el mes de mayo el grupo de Damas Auxiliares del Seminario invitan a otras damas a sumarse a la “Misa de Ofrendas” para el sostenimiento de los futuros sacerdotes. En esta ocasión la Santa Misa de Ofrendas la presidió nuestro Arzobispo, Mons. Francisco Moreno Barrón, y concelebró el Pbro. Manuel Valencia, ecónomo del Seminario Diocesano de Tijuana.
El Sr. Arzobispo haciendo referencia a la Palabra proclamada en el Evangelio exhortó a dar frutos en la vida como bautizados, y en especial a las Damas auxiliares les animó a meditar “¿Qué frutos estoy dando como discípula de Jesús, como esposa, como madre, como mujer de fe, qué frutos doy como ciudadana en la comunidad social? Insistió en su homilía que los frutos solo son bueno cuando estamos unidos a Jesús”. Y les exhortó “hoy les quiero animar a que vivan en Jesús, primero con la práctica de los sacramentos, para esta relación con Jesús es necesario acercarse a la Palabra de Dios y comenzar a vivirla, únanse al banquete de la Eucaristía, comprendiendo lo maravillosos que es el encuentro con Jesús comiendo su pan y bebiendo su sangre”.
En esta ocasión se contó con un significativo número de damas asistentes con el único objetivo de favorecer al Seminario Diocesano. Es loable el esfuerzo y la organización de las anfitrionas. Finalmente, el Arzobispo les hizo partícipe de la importancia de animar a las vocaciones: “sean ustedes agentes de promoción vocacional, ustedes como madres, esposas, les invito a acercar a muchos jóvenes a conocer el seminario, a los sacerdotes y les deseo que en su familia Dios les dé el regalo, la gracia de tener un sacerdote que será una fuente de bendiciones para ustedes’ les invitó el Arzobispo antes de concluir la Santa Misa.
Posterior a la eucaristía se realizó un ameno convivio en el patio central del Seminario Mayor para compartir los alimentos.
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