El Santo Padre explicó a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro del Vaticano que la advocación mariana de María Auxiliadora es particularmente venerada en China en el Santuario de “Nuestra Señora de Sheshan” localizado en Shanghai.
“Tal feliz ocasión me permite expresar especial cercanía y afecto a todos los católicos en China, quienes, entre fatigas y pruebas cotidianas, continúan a creer, esperar y amar”, expresó el Papa.
En esta línea, Francisco deseó a los “queridos fieles en China” que la Virgen “nuestra Madre del Cielo ayude a todos para ser testigos de caridad y de fraternidad, manteniéndose siempre unidos en la comunión de la Iglesia universal. Rezo por ustedes y los bendigo”.
Por ello, el Papa pidió a todas las personas reunidas rezar juntos a la Virgen una Ave María por los católicos en China.
Asimismo, en su saludo a los peregrinos polacos, el Santo Padre invitó a seguir el ejemplo de Jesucristo “animados por el Espíritu Santo”, y a rezar al Padre “por nosotros, por nuestras familias, por la Iglesia y por la humanidad, para que se cumpla en todos su voluntad salvífica”. “Confío a ustedes y a sus seres queridos a la materna protección de María Auxiliadora y los bendigo de corazón”, expresó el Papa.
Además, el Papa animó a los peregrinos de lengua española a pedir al Señor “la gracia de ser hombres y mujeres de oración, y que recuerden ante el Padre a todos nuestros hermanos y hermanas, especialmente a los más necesitados y abandonados, para que a ninguno le falte consuelo y amor”.
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