El 30 de mayo de 1919 el Rey Alfonso XIII consagró España al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles. En nombre del pueblo español leyó esta oración: “España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante este trono de tus bondades que para Ti se alza en el centro de la Península… Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de las ciencias y de las letras y en nuestras leyes e instituciones patrias”.
El próximo 30 de junio se celebrará en el mismo lugar la renovación de esta consagración. Debido a la importancia de este centenario, la Santa Sede concedió a la Diócesis de Getafe un Año Jubilar que comenzó el 2 de diciembre de 2018 y que culminar el 24 de noviembre.
El P. Víctor Javier Castaño, comisario para el Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, destacó ante ACI Prensa que debido a la gran relevancia de este centenario, pidieron al Papa Francisco un año jubilar.
Para comprender su relevancia, añadió, “hay que entender la importancia de la espiritualidad del corazón de Jesús en la vida cristiana”.
“Por eso podríamos decir sin exagerar que el corazón de Jesús es el centro del Evangelio (…). Entonces el corazón de Jesús es el símbolo y el lugar la naturaleza humana a través de la cual se nos revela y manifiesta el amor de Dios y poner el corazón de Jesús en el centro de la vida es lo mismo que ir al centro de la vida cristiana”, aseguró el P. Castaño.
Las primeras revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús fueron a la religiosa francesa Santa Margarita María de Alacoque que vivió en el siglo XVII.
En sus muchas apariciones el Sagrado Corazón de Jesús pide a la religiosa que tanto individual como colectivamente las personas se consagren a su corazón, de ahí que actualmente haya 16 países en el mundo que se han consagrado, entre ellos España.
“La consagración de una nación al Sagrado Corazón de Jesús significa colocar bajo la protección del amor de Dios, dejándonos amar y cuidar por Él toda la nación y por lo tanto es una gran fuente de bendiciones porque hay un deseo de la providencia de Dios de que le entreguemos nuestra vida a su corazón”, aseguró el P. Castaño.
Ahora, cien años después de la consagración, ésta se renueva con la intención, según explicó a ACI Prensa el comisario, de “querer volver a poner en el centro de la nación el amor de Dios y pedirle que derrame sus bendiciones ya que de los que se consagraron hace 100 años no quedan ninguno en España, por eso la renovación. Para que quienes vivamos en España en este tiempo que Dios nos ha regalado vivir, volvamos a mirar a Cristo y sea una fuente de bendiciones”.
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