La Eparquía de Lungro de los ítalo-albaneses es una diócesis de la Iglesia católica bizantina en Italia que está sujeta al Vaticano.
Exactamente hace 100 años, como explica la Santa Sede en un comunicado, el Papa Benedicto XV erigió con la Constitución Apostólica Catholici fideles esta eparquía en la región italiana de Calabria, “que comprende las comunidades italo-albanesas que han permanecido fieles al rito religioso tradicional bizantino-greco desde la primera diáspora albanesa del siglo XV”.
Esta comunidad cuenta con alrededor de 33.000 bautizados distribuidos en 26 comunidades y 30 parroquias. El eparca actual es Mons. Donato Oliverio.
En su discurso a los visitantes de la eparquía, el Papa Francisco recordó que “hace cien años, mientras el mundo estaba desgarrado por la Primera Guerra Mundial”, el Papa Benedicto XVI “escuchó su historia, sus necesidades legítimas, así como su valiente viaje espiritual, caracterizado por la fidelidad a la tradición, a pesar de las dificultades y sufrimiento”.
Por tal motivo, indicó que “este importante aniversario es una oportunidad para agradecer al Señor por lo que, en su bondad y misericordia, ha hecho en esta comunidad en los últimos siglos”.
“Por lo tanto, los invito a vivir este jubileo no tanto como una meta, sino más bien como un impulso nuevo y alegre en su compromiso humano y en su viaje cristiano”, continuó.
Además, les exhortó a preservar sus tradiciones y su “pertenencia a Cristo y su Iglesia”.
El Papa Francisco también rememoró “a aquellos que han transmitido la fe con la propia vida antes que con las propias palabras”, y pidió imitar su ejemplo “transmitiendo a las nuevas generaciones la herencia espiritual recibida”.
“Queridos hermanos y hermanas, ¡gracias de nuevo por esta visita y los mejores deseos para su centenario! Les pido que, por favor, oren por mí y les transmito cordialmente todas mis bendiciones, que con mucho gusto extiendo a sus familias y a toda la Eparquía de Lungro”, concluyó el Santo Padre.
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