Ahora que estoy con mi novela de Pablo, en encontré con la línea en la que hablo de las larvas. Las larvaeeran los espectros de los muertos. La versión maligna de los buenos dioses protectores de la familia, los lares.
Los lemures eran almas que vagaban porque no habían tenido un enterramiento correcto. Eran espíritus de la noche. Algunos identificaban las larvas con los lemures.
Por lo que tengo entendido las larvas y los lemures eran lo mismo. Si alguien tiene información de sus distinciones, agradeceré la cita.
Resulta curioso lo aterradora que tenía que resultar la noche para los romanos. Porque para ellos era una oscuridad habitada. La noche estaba poblada por seres.
La Summa Daemoniaca hubiera sido más popular en esa época que ahora. De haber nacido entonces, primero vendría yo, en número de ventas, después Virgilio. El emperador me hubiera dado una pensión vitalicia… o me hubiera cortado la cabeza.


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