“Cada uno de nosotros debe decir: ‘Soy un desgraciado, pero Dios me ama así; entonces también yo debo amar a los otros del mismo modo’”, señaló Francisco en una reciente entrevista con el semanario italiano Credere (“Creer”).
El Santo Padre indicó que descubrir a un Dios que se conmueve por el hombre “nos llevará a tener una actitud más tolerante, más paciente, más tierna”.
“En 1994, durante el Sínodo, en una reunión de los grupos, dije que se debía instaurar la revolución de la ternura, y un Padre sinodal –un buen hombre, que yo respeto y al cual quiero mucho– ya muy anciano, me dijo que no convenía usar este lenguaje y me dio explicaciones razonables, de un hombre inteligente, pero yo continúo diciendo que hoy la revolución es la de la ternura porque de aquí deriva la justicia y todo el resto”, aseguró.
A modo de ejemplo, el Papa señaló que si un empresario emprendedor “contrata a un empleado de septiembre a julio” solamente, esto “no es justo porque le despide por las vacaciones en julio para después volverle a contratar con un nuevo contrato de septiembre a julio”.
Al actuar así, “el trabajador no tiene derecho a la indemnización, ni a la pensión, ni a la seguridad social. No tiene derecho a nada”.
“El emprendedor no muestra ternura, sino que trata al empleado como un objeto”, dijo el Papa.
Francisco subrayó que es importante ponerse “en la piel de esa persona, en lugar de pensar en sus propios bolsillos por cualquier dinero de más” y de esa forma “las cosas cambian”.
“La revolución de la ternura –indicó– es aquella que hoy tenemos que cultivar como fruto de este año de la misericordia: la ternura de Dios hacia cada uno de nosotros”.
También te puede interesar:
TEXTO: Entrevista al Papa Francisco sobre el Jubileo Extraordinario de la Misericordia https://t.co/Rdzl6ePoYj
— ACI Prensa (@aciprensa) diciembre 2, 2015
Publicar un comentario