En su homilía, el obispo resaltó la invitación de Juan el Bautista a preparar el corazón para salir al encuentro. “Nos pide allanar los obstáculos que nos impiden llegar a Dios. Dios no se aparta de nosotros, Dios nos ama, aun siendo pecadores, eso nunca lo olvidemos”.
“Somos nosotros los que ponemos un freno a Dios, pero Dios siempre está dispuesto a perdonar. Y es la conversión lo que predicaba Juan el Bautista, como preparación a este gran encuentro con Jesús. Estar dispuestos a tener un corazón nuevo para que Dios obre, para recibir al Dios que viene. El Adviento es este camino, lento, comunitario, eclesial, paso a paso, día a día, para recibir a Jesús que sale a nuestro encuentro”, expresó.
El santuario de Nuestra Señora de Luján de Uribelarrea es uno de los puntos elegidos como Lugar Santo para que a lo largo del año, los fieles que visiten el lugar -y cumplan con los debidos requisitos- puedan ganar la indulgencia plenaria.
“Ojalá que el santuario de Nuestra Señora de Luján, a lo largo de este Año Santo, también sea un fuerte lugar de Dios, donde su gracia se siga multiplicando para la salvación de las almas”, concluyó monseñor Gabriel Barba.+
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