A diferencia de Santo Toribio Romo González, quien murió por defender su fe y proclamar el Evangelio, a nosotros, por el contexto en el que vivimos, lo más probable es que no se nos vaya a pedir este máximo testimonio de dar la vida por Cristo, aseguró el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, durante su visita a la Comunidad de Tequila, Jalisco, el viernes 24 de febrero.
Reunidos en el Santuario de Santo Toribio Romo, que se encuentra a inmediaciones de esta localidad, los fieles escucharon al Arzobispo Metropolitano, quien en su Homilía destacó que lo difícil no es morir como los Mártires, sino vivir día a día en el seguimiento de Nuestro Señor Jesucristo, siempre fieles a su Palabra, a su Persona y a su Iglesia.
“Éste es el testimonio que se nos pide a nosotros, y vaya que esto sí es durísimo: el vivir como cristianos, el pensar como pensaba Cristo, el actuar como actuaba Cristo, el hacer lo que hacía Cristo; eso sí nos cuesta. Vivimos en un mundo adverso a la manera de vivir cristiana, pero cuando contemplamos y celebramos el testimonio de un joven Sacerdote, como el que estamos recordando y celebrando, no cabe duda que nos sentimos animados y estimulados a vivir como verdaderos discípulos de Cristo y a vivir a profundidad nuestra vida cristiana”.
Luego el Prelado recordó, a manera de semblanza, varios pasajes de la vida de Santo Toribio Romo, quien fue asesinado el 25 de febrero de 1928 en la Barranca de Aguacaliente, lugar que pertenece a este Municipio tequilense.
Acompañado de varios Sacerdotes del Decanato de Magdalena, el Cardenal Arzobispo José Francisco Robles Ortega, celebró la Solemnidad Litúrgica de Santo Toribio Romo en el Santuario que se le construye muy cerca de Tequila, Jalisco.
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