Ciudad del Vaticano
Mario Grech, obispo de Gozo, en la isla de Malta, fue nombrado Pro-Secretario del Sínodo de los Obispos y está destinado a suceder al Cardenal Lorenzo Baldisseri. El mismo cardenal lo anunció al mediodía del 2 de octubre de 2019, pocos días antes del inicio del Sínodo para la Región Panamazónica. “En nombre del Santo Padre - declaró Baldisseri - tengo el honor de comunicar lo siguiente: el Santo Padre, hoy, nombra Pro-Secretario General del Sínodo de los Obispos a Monseñor Mario Grech, Obispo de Gozo. El cardenal explicó que el Papa nombró a Grech como administrador apostólico “de la misma diócesis hasta que haya un nuevo obispo”.
«El Pro-Secretario General, al tomar posesión de su cargo -añadió Baldisseri- caminará junto al Secretario General para obtener un conocimiento directo de la institución y de sus componentes, y adquirir conciencia de los procesos e instancias de competencia». Grech «ejercerá su cargo de Pro-Secretario General hasta el final del mandato del Secretario General, con el fin de asumir su cargo». El cardenal ha precisado que el nombramiento ya prevé una sucesión a la guía de la Secretaría sinodal en cuanto se acepte la renuncia presentada por Baldisseri, que cumplirá 80 años en septiembre de 2020. El cardenal concluyó su intervención anunciando que, como Pro-Secretario General, Mons. Grech «participará como miembro en la próxima Asamblea sinodal que comenzará el 6 de octubre».
Nacido el 20 de febrero de 1957 en Qala, Grech se hizo sacerdote en 1984 y fue nombrado obispo de Gozo en noviembre de 2005 por Benedicto XVI. Gozo es una pequeña isla en medio del mar Mediterráneo que forma parte de la República de Malta. Tiene una superficie de 67 kilómetros cuadrados, una cuarta parte de la de todo el archipiélago y una población de alrededor de 32 mil personas. La diócesis es una de las más pequeñas de la Iglesia Católica, pero también una de las que tiene una de las tasas más altas de sacerdotes en comparación con la población.
Monseñor Grech, también por la posición geográfica de su diócesis, ha intervenido varias veces sobre la tragedia de los migrantes. El pasado mes de enero, declaró a los micrófonos de Radio Vaticano – Vatican News: «Hemos celebrado el septuagésimo aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, pero me pregunto: ¿dónde están estos derechos? ¿Por qué la sociedad es tan insensible a la defensa de los derechos fundamentales de la persona? Entiendo que el tema de los migrantes es complejo, debe ser seguido y abordado con gran calma, con gran prudencia, pero también con gran responsabilidad. No podemos dejar de lado la vida humana».
En la homilía de la fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en julio de 2018, el Obispo de Gozo dijo que la crucifixión de Jesús de hace dos mil años «está todavía en curso», porque «Cristo está en agonía, en todas partes el hombre lucha contra el miedo, el desaliento, la injusticia, la violencia, la pobreza...». Y «Dios está sumergido en el mar» junto con aquellos que buscan salvarse a sí mismos.
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