Cada día rezo por quienes sufren en Irak. Recen conmigo. pic.twitter.com/9Wtv9XFfAG
— Papa Francisco (@Pontifex_es) septiembre 5, 2014
“Cada día rezo por quienes sufren en Irak. Recen conmigo”, pidió el Santo Padre, que constantemente hace estos llamados a los fieles a través de su cuenta personal, así como en las audiencias y antes del rezo del Ángelus.
El 10 de agosto, el Papa expresó su consternación por las noticias que llegan de Irak, donde “miles de personas, entre ellos tantos cristianos, expulsados de sus hogares de una manera brutal; niños que mueren de sed y de hambre durante la fuga; mujeres secuestradas; personas masacradas; violencias de todo tipo; destrucción por todas partes, de casas, de patrimonios religiosos, históricos y culturales”.
“¡Todo esto ofende gravemente a Dios y a la humanidad. ¡No se odia en nombre de Dios! ¡No se hace la guerra en nombre de Dios! Todos nosotros pensando en esta situación, en esta gente, recemos en silencio”, exhortó a los fieles luego del Ángelus dominical.
Asimismo, luego de su viaje a Corea, Francisco llamó por teléfono al P. Behnam Benoka, que junto a otros sacerdotes, religiosos y voluntarios, atiende en una clínica improvisada con tiendas de campaña a los 70.000 cristianos refugiados en Ankawa (Irak), cerca de Erbil.
Se me parte el corazón cuando pienso en los niños de Irak. Que la Virgen María, nuestra Madre, los proteja.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) agosto 15, 2014
El sacerdote le había enviado al Papa –a través del periodista de CNA Alan Holdren-, una carta transmitiéndole el sufrimiento de los fieles, que han perdido familiares y todas sus pertenencias a manos del Estado Islámico, abandonando sus hogares con solo lo que tenían puesto. El P. Benoka reveló que al menos una persona muere al día en la clínica, mayormente ancianos, y que muchos están sufriendo por la sobre-exposición al intenso calor y a las largas horas que pasaron bajo el sol mientras huían.
Muchas personas inocentes se han visto obligadas a abandonar sus hogares en Irak. Señor, te pedimos que puedan regresar pronto.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) agosto 18, 2014
“Dile a todos que el Papa Francisco te llamó. Nunca me olvido de ti y nunca te dejaré”, le expresó el Santo Padre al P. Benoka.
Para el Pontífice, la situación de los cristianos perseguidos –en especial en Irak-, es de primera urgencia, por lo que a mediados de agosto envió al Cardenal Filoni a expresar su cercanía a los fieles y entregar ayuda. Asimismo, ha enviado cartas al presidente de Irak y al Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, pidiéndoles hacer todo lo posible por detener esta violencia y socorrer a las víctimas.
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