“Una vez en cuarto grado, le falté el respeto a la maestra y la maestra mandó a llamar a mi mamá. Vino mi mamá, yo me quedé en la clase, la maestra salió, y después me llamaron. Mi mamá estuvo muy tranquila, yo temía lo peor. Me dijo: ‘¿Vos hiciste esto y le dijiste esto a la maestra?’. Dije ‘Si’. ‘Pídele perdón ahora mismo’. Y me hizo pedirle perdón a la maestra delante de ella. ¡Yo quedé feliz! ¡Me salió fácil! El segundo acto fue cuando llegué a casa…”, narró el Papa Francisco.
A partir de este recuerdo, el Papa Francisco explicó que hace falta disciplina para educar a los niños y denunció que hoy día, en muchas escuelas de Argentina y otras partes del mundo, si “una maestra pone una observación en el cuaderno del chico, al día siguiente tiene al padre o a la madre denunciando a la maestra”.
“¡Está roto el pacto educativo!”, exclamó. El Papa Francisco explicó que el ámbito familiar y educativo se necesita recuperar los lazos y trabajar unidos. “No podemos dejar a los chicos solos, no podemos dejarlos en la calle, ni desprotegidos, a merced de un mundo en el que prevalece el culto al dinero, a la violencia y al descarte”.
“Me repito mucho en esto –continuó el Santo Padre-, pero evidentemente se ha instalado la cultura del descarte. Lo que no sirve se tira. Se descartan los chicos porque no se los educa o no se los quiere. Los niveles de natalidad de algunas naciones desarrolladas son alarmantes. Se descartan los ancianos”, lamentó.
“Lo verdadero, bueno y bello se den en su justa armonía. Si el chico no tiene esto, solamente le queda el camino de la delincuencia y de las adicciones”, dijo.
El Papa compartió con los participantes un proverbio africano: ‘Para educar a un hijo hace falta una aldea’. “Los animo a que sigan trabajando para a crear una esta aldea humana, cada vez más humana, que ofrezca a los niños un presente de paz y un futuro de esperanza”.
“En ustedes veo en estos momentos el rostro de tantos niños chicos y jóvenes a los que llevo en el corazón porque sé que son material de descarte, y por los que vale la pena trabajar sin descanso”.
El Papa Francisco pidió trabajar por estos jóvenes, crear organizaciones y redes que tiendan puentes y creen lazos para ofrecer un futuro a los jóvenes.: “También los vínculos entre ustedes tienen que prevalecer para no dar lugar a las internas ¿no? Ésta me la llevo yo, acá meto la mano yo, esto es para mi sector, no, no, no… O sea, solo voy a crear vínculos de unidad si soy capaz de vivirlos en una iniciativa donde cada uno resigne las ganas de mandar y haga crecer las ganas de servir”, concluyó.
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