El artículo editorial, sobre el que ha llamado la atención el vaticanista italiano Sandro Magister en su blog “Settimo Cielo” describe la trágica situación suscitada en Irak y Siria, destacando que “Estados Unidos, la Unión Europea, las Naciones Unidas y el gobierno iraquí no han logrado defender a las poblaciones cristiana, yazidi, shabak, turcomanas, shiítas y sunitas ‘moderadas’ en Mosul o la llanura de Nínive. Para ellas no ha quedado, según cada caso, más que la conversión forzada, la muerte, la esclavitud (de las mujeres) o la fuga forzada”.
Como señala Magister, el editorial de La Civiltá Cattolica enumera las diversas intervenciones del Papa Francisco y de diversas autoridades vaticanas en foros públicos exigiendo poner freno a las agresiones del IS.
“Obviamente, para promover la paz es necesario conocer en qué consiste verdaderamente esta guerra, y no qué cosa quisiéramos que fuera. Es crucial estudiar y comprender por qué el IS combate. La suya es una guerra de religión y de aniquilación. No debe ser confundida o reducida a otras formas, como la de los bolcheviques o del Khmer Rojo. Instrumentalizan el poder para la religión y no al revés”, prosigue el artículo de la revista jesuita.
El editorial continúa señalando que se requieren no sólo soluciones referidas al “arte de la guerra”; sino también “de política interna, diplomacia, religión y economía”; pero especialmente llama a los intelectuales musulmanes a “desmontar el conflicto ideológico-religioso entre las escuelas interpretativas sunitas sobre la yihad (guerra santa islámica)”.
En referencia a la interpretación llamada “salafita” del Corán, la más extrema y violentista, La Civiltá Cattolica señala que “la guerra de las citas religiosas es aplicada al extremo incluso contra los musulmanes sunitas que no son ‘verdaderamente’ salafitas, incluyendo a los Hermanos Musulmanes, Hamas, los wahabitas sauditas y los yihadistas de al-Qaeda. Todos ellos son apóstatas según el IS, porque no buscan el califato global, sino solamente estados nacionales gobernados por la sharia (ley civil inspirada totalmente en el Corán)”.
La revista denuncia además cómo “los europeos occidentales no son capaces de enfrentar con realismo el choque con el sedicioso califato islámico, debido a que han evitado reflexionar sobre ‘religión, guerra y civilización’, no simplemente sobre ‘cultura’”.
El artículo editorial rechaza la idea de que la respuesta a la violencia de origen claramente religioso islámico sea una contraofensiva igualmente “religiosa”; pero señala que “la situación dramática de los cristianos, los yazidis y otras comunidades religiosas numéricamente minoritarias exige una toma de posición clara y valiente de parte de los responsables religiosos, sobre todo musulmanes… Todos deben unánimemente condenar sin ambigüedad alguna estos crímenes y denunciar la invocación de la religión para justificarlos”.
Finalmente, tras elogiar las pocas pero importantes voces islámicas que han condenado firmemente el IS, especialmente la máxima autoridad islámica shiíta de Irak, el Ayatollah Alì al-Sistani, La Civiltá Cattolica concluye señalando que el IS “persigue objetivos religiosos usando de forma apocalíptica los instrumentos de la política, la economía y las fuerzas armadas. La comunidad islámica mundial tiene el deber de destruir en el corazón de todos los musulmanes una concepción extremista del Corán y de la tradición islámica”.
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