Rebeca Ortega Camacho
Con los brazos abiertos y con gran alegría, la comunidad de San Martín de Tours, ubicada en Belisario Domínguez #525, recibió al Obispo Héctor López. La Santa Misa fue concelebrada por los también Obispos Auxiliares, Fray Juan Manuel Muñoz Curiel, OFM, y Monseñor Engelberto Polino Sánchez. Además, estuvieron presentes más de una docena de Sacerdotes, Religiosos, Religiosas y Seminaristas.
Al comenzar la Eucarístia, el Presbítero Guillermo Antón Rodríguez, Vicario de la parroquia, dirigió unas palabras de bienvenida a Monseñor Héctor López y dijo: “En representación de nuestro párroco, el Padre Francisco Javier de la Mora, a nombre del Padre Luis Armando Dueñas y de toda esta comunidad, le expresamos la más cordial de las felicitaciones. De igual manera, queremos que sepa que estará siempre en nuestras plegarias para que el que ha puesto sus ojos en usted, lo siga asistiendo y le dé las Gracias necesarias para continuar con la obra del Señor… La Virgen María, a través de su Advocación de Nuestra Señora de los Dolores, de la que usted es particularmente devoto, lo proteja y lo ayude con su intercesión. Sea bienvenido a esta su comunidad de San Martín de Tours, que honrado con su presencia, hace el compromiso de pedir siempre por la santificación y perseverancia de sus pastores”.
Rema mar adentro
Durante su homilía, el señor Cura Rigoberto Coronado Flores, párroco del Sagrado Corazón, se refirió al Evangelio de San Lucas (5, 1-11), cuando Jesús exhortó a Pedro a ir mar adentro y echar las redes. “Fue tanta la pesca que no podía, y cuando vio aquello, Lucas dice que Pedro se arrojó a los pies de Jesús… Pedro se sintió niño, se sintió inútil; totalmente desproporcionado. Jesús lo comprendió, se acercó a él y le dijo, ‘no tengas miedo, antes más bien cree y ama. Anímate Pedro, desde ahora serás pescador de hombres’.
“Querido Héctor, este Evangelio lo has vivido desde hace muchos años. Desde el principio comenzaste a escuchar: ‘Rema mar adentro’, ‘Duc in Altum’ (Lema Episcopal del Obispo López Alvarado). Hoy, esta comunidad, está azorada, sorprendida, porque ven al Padre Héctor transformado; vuelve, no porque te hayas ido, aquí te la pasas, pero nunca como ahora, con anillo, báculo y mitra. Te seguimos diciendo, ‘Rema mar adentro’. Ahora, como Jesús a Pedro, no estás solo, te vamos a acompañar.
“El día de tu Consagración Episcopal vimos la Bula del Papa Francisco donde te nombra obispo. Yo te digo ahora, esa Bula no hubiera existido, si no hubiera esta (y mostró su Fe de Bautismo). Donde dice: ‘San Martín de Tours, Héctor López Alvarado, se identifica que fue bautizado el 26 de enero de 1974. Con sus notas marginales, Confirmado en Catedral el 8 de septiembre 1974; Diácono el 24 de diciembre de 2000 y Presbítero el 19 de mayo de 2002; falta que se inscriba otra anotación, en esa acta. Sin esta acta, sin el Bautismo, no hay nada; el Bautismo es todo. Esa pila bautismal, hoy florece en el gozo y alegría y te dice, ‘Rema mar adentro’”, concluyó el Padre Rigoberto Coronado, sacerdote que estuvo al frente de la Parroquia de San Martín de Tours cuando el Padre Héctor era diácono y desde ese entonces, amigo cercano del nuevo Obispo Auxiliar de Guadalajara.
A ejemplo
del Buen Pastor
Antes de culminar la Santa Misa, Monseñor Héctor López, señaló: “quise venir a Celebrar la Eucaristía en esta comunidad parroquial, por todo el significado que tiene para mí. Les expreso que me siento feliz por este regalo, por los tres obispos para nuestra Arquidiócesis. En primer lugar, agradezco desde lo más profundo de mi corazón a Dios, por haber puesto de nuevo su mirada en mi persona, manifestando así su Amor Misericordioso, sorprendiéndome cada vez más.
“Agradezco al Papa Francisco por este llamado que inmerecidamente me ha hecho como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Guadalajara. También me siento agradecido con el Cardenal José Francisco Robles Ortega, por su confianza en este servidor y por haberme conferido, a nosotros tres, la Ordenación Episcopal; con la disposición de seguir colaborando con él, caminando en sinodalidad”.
Después, agradeció a los sacerdotes presentes, a los presbíteros de la comunidad de San Martín de Tours, y a los clérigos que han marcado su ministerio. De manera especial se refirió a sus padres, Juanita Alvarado Trujillo (+) y Candelario López Hernández (+), “que desde el cielo me acompañan”, y a sus hermanos, ‘que siempre me han apoyado’. También recordó a su tía Carmen Esparza, “pilar importante en mi vocación”.
“Soy consciente de mis limitaciones, pero me siento lleno de confianza y esperanza en el Señor que se manifiesta y que ahora orienta mi Ministerio Episcopal. ’Duc in Altum’, estoy dispuesto a dejarme conducir por el Señor a aguas más profundas para hacer una pesca mayor de almas y llevarlas al Señor. Me encomiendo a María Santísima y me encomiendo a sus oraciones para nosotros tres Obispos Auxiliares, para dar lo mejor de nosotros en este Ministerio Episcopal, a ejemplo de Cristo Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas. Muchas gracias a todos los que me han acompañado hoy, para agradecer a Dios el don Episcopal”, concluyó.
Asimismo, en representación de la familia López Alvarado, Fray Jaime Antonio López Alvarado, sacerdote de la Orden de los Carmelitas Descalzos, dirigió unas palabras de agradecimiento y señaló, “como familia, no somos dignos; es pura Gracia de Dios”.
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