Corea del Sur celebra su Marcha por la Vida y pide que no se legalice el aborto

Tras las Marchas por la Vida que han tenido lugar en España, Colombia, Perú o Italia, recientemente ha tenido lugar en Corea del Sur, donde los católicos se han puesto manos a la obra para defender la vida. La Marcha por la Vida tuvo lugar el pasado fin de semana y en ella se pedía decir "no" a la legalización del aborto y reafirmar el compromiso de los participantes por la defensa de la vida desde la concepción hasta su muerte natural. Corea del Sur está además a la espera de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la constitucionalidad de la ley que prohíbe el aborto en el país, y que está vigente desde el año 1953, y los asistentes a la manifestación se mostraron convencidos de la legitimidad de la medida y aseguraron estas preparados "para oponerse a la derogación de la prohibición del aborto”, con el espíritu de defender la vida de la madre y del bebé en su seno, tal y como informó la Agencia Fides.

Alrededor del 55% de los surcoreanos afirman que el aborto es moralmente "un tipo de asesinato"

Los manifestantes se reunieron en la catedral de Seúl, donde escucharon al cardenal Andrew Yeom Soo-jung, arzobispo de Seúl, que dirigió al pueblo coreano un mensaje en el que pedía que se acepte y respete la vida. “La vida, que parece tan frágil e insignificante, tiene un poder muy fuerte. Somos responsables de los límites y las condiciones sociales que obligan a las mujeres a tomar decisiones irreversibles. El aborto no es la mejor opción. No se trata si quiera de una cuestión de elegir. Deberíamos tratar de construir una cultura que enseñe a respetar y amar la vida”, aseguró el purpurado durante el mensaje que dirigió a los participantes. En Corea existe una Federación de organizaciones que tienen por objetivo generar una “cultura de la vida”, poniendo de relieve el valor y la dignidad de la vida. Algunas organizaciones de la sociedad civil insisten en eliminar la prohibición de abortar enarbolando los derechos de la mujer. Según la comunidad católica coreana esta medida no es el mejor modo ni el más justo de respetar los derechos de las mujeres. Algunas encuestas muestran que alrededor del 55% de los surcoreanos afirman que el aborto es moralmente "un tipo de asesinato".

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