Isabel Urías, salvadoreña que participa en la pastoral del migrante de Concepción hace varios años, ahondó respecto del sentido de este pesebre hablado. “La idea fue utilizar materiales reciclables con los cuales los niños y sus familias podían unirse para armar una pieza y pronunciar un fragmento del guión, preparado por una amiga de la pastoral para que lo pudiéramos representar en esta fiesta. Quisimos compartir desde nuestras diferencias, ya que no sabíamos de qué tamaño iban a ser confeccionadas las piezas y eso se vió hoy, ya que el pesebre fue pequeño y las piezas grandes. La enseñanza es que todos somos queridos por Jesús”.
Al mismo tiempo don Alfonso Vera, miembro del equipo de pastoral de migración, evaluó positivamente la actividad. “Hoy hemos podido compartir con las familias migrantes de Concepción un ambiente muy grato y familiar, ha habido participación ya que cada uno armó una pieza de un pesebre. Quiero agradecer el trabajo que ha tenido durante todo este año la pastoral del migrante, especialmente sus voluntarios y voluntarias, y también los sacerdotes del Instituto Católico de Migración, Incami, que nos orientan en este caminar. En adelante tenemos un desafío muy importante, ya que estamos trabajando con las mamás migrantes en talleres de emprendimiento y fortalecimiento de su autoestima, orientados a la búsqueda de ingresos concretos que le sirvan para mantenerse en el diario vivir”.
Esta pastoral específica, que pertenece a la Vicaría de Pastoral Social de la Iglesia de Concepción, tendrá un receso durante enero de 2014, mes en el cual realizará un paseo al zoológico de Nonguén, para retomar los talleres a contar de marzo.
Fuente: Comunicaciones Concepción
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