Tres jóvenes del movimiento Sodalicio recibieron en Maipú las primeras órdenes camino al sacerdocio

Recibieron las mencionadas órdenes Víctor Campos, Felipe Rubiao y Sebastián Correa, miembros de Sodalicio de Vida Cristiana, acompañados de familiares, integrantes de ese movimiento y fieles de la parroquia, participaron con gran recogimiento en la liturgia y sus diversos ritos, presididos por el Arzobispo de Santiago. Sodalicio, explicó el párroco, padre Hernán Álvarez, es una sociedad de vida apostólica fundada en Lima y aprobada en 1997 por el Papa Juan Pablo II, integrada por laicos consagrados y sacerdotes, cuyo carisma principal es la promoción de la juventud y la familia

Monseñor Ezzati señaló en la homilía que el Niño Jesús nació en un pesebre, un lugar sucio, incómodo, “que indica una realidad más profunda, porque Dios ha querido nacer en el establo que somos cada uno de nosotros, con nuestra soberbia, nuestra incapacidad de amar, con la pretensión de ser como Dios o más que Dios”. Añadió que Jesús quiso nacer en medio de la pobreza de la sociedad “para liberarnos, para darnos un rayo de la luz del amor del Padre”, para regalarnos la dignidad de hijos de Dios, dijo.

El Arzobispo de Santiago afirmó que “la vida del cristiano no es una vida aplastada por el dolor, por el sacrificio, por el seguimiento de la cruz, sino que es una vida de libertad, de amor, fecunda”.


Luego, explicó que el lectorado y el acolitado expresan la voluntad de poner toda la vida al servicio de la Palabra del Señor y al servicio de la mesa, del altar. “La admisión a las órdenes mayores -diaconado y presbiterado- es una manifestación pública ante la Iglesia de la voluntad de consagrar la vida al servicio del Evangelio del Señor y de la comunidad cristiana”, expresó monseñor Ezzati.


Terminada la homilía proclamó la oración por los dos jóvenes elegidos para los ministerios de lectores y acólitos e imploró la bendición de Dios sobre ellos. Luego, les entregó el libro de las Sagradas Escrituras y el copón, signos de los servicios que prestarán desde ahora, tanto en la proclamación de la Palabra de Dios como en la celebración de la Eucaristía.


También el arzobispo bendijo al joven admitido a las órdenes mayores, con el que sostuvo un diálgo en el que Sebastián Correa afirmó estar dispuesto a continuar su preparación al diaconado y al sacerdocio, tras lo cual le impartió su bendición de pastor.


Sebastián señaló que llegado a este momento, “vivo la experiencia de un don. Un don para mi comunidad, Sodalicio, y un don para la parroquia Madre de los Apóstoles. No es un don para una sola persona. Estoy agradecido del Señor, contento de poder servir. Yo discerní mi vocación hace doce años, después de un año de estudios de Arquitectura en la Universidad de Chile”. El futuro sacerdote empezó a prepararse al secerdocio en Perú, hace doce años; luego, estudió un semestre en Roma, para volver al país y recibir ahora la admisión al Orden Sagrado. Sebastián Correa es el cuarto de seis hermanos, entre ellos una hermana religiosa. En adelante servirá en la comunidad parroquial en la liturgia, en la atención a los enfermos y especialmente a las personas más vulnerables debido a la pobreza y la violencia.


Por su parte, el párroco, padre Hernán Álvarez, manifestó su alegría por la presencia del Arzobispo de Santiago en este parroquia recientemente creada. Explicó que hay una gran participación laical en todas las pastorales y servicios que presta al sector, que comprende cerca de 30 mil personas.


La comunidad parroquial y los miembros del movimiento Sodalicio presentes, expresaron su alegría por este paso dado por los tres jóvenes y compartieron, junto a monseñor Ricardo Ezzati, ese gozo una vez terminada la eucaristía.


Fuente Departamento de Comunicaciones www.iglesiadesantiago.cl



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