Gregorio de Laferrere (Buenos Aires) (AICA): Monseñor Gabriel Barba presidió una misa este domingo en la catedral Cristo Rey para dar gracias a Dios, junto con la comunidad diocesana, por su primer año como obispo y pastor de la diócesis de Gregorio de Laferrere. “La sucesión apostólica que he recibido me da una gracia que supera toda capacidad y todo mérito, pero es una gracia que no es solo para mí mismo. Doy gracias a Dios y con mucha alegría intento ser fiel a mi misión”, subrayó y agregó: “Fue un año intenso, con muchos momentos de alegría y de gozo, pero también de decisiones difíciles. Acompañado por ustedes, por los sacerdotes y los religiosos, y cada día voy aprendiendo a ser obispo”.
“Hace un año, en una misa festiva, en un marco diferente al de hoy, me recibían como obispo. La sucesión apostólica que he recibido me da una gracia que supera toda capacidad y todo mérito, pero es una gracia que no es solo para mí mismo. Doy gracias a Dios y con mucha alegría intento ser fiel a mi misión”, subrayó.
El prelado aseguró que “fue un año intenso, con muchos momentos de alegría y de gozo, pero también de decisiones difíciles” y dijo sentirse “acompañado por ustedes, por los sacerdotes y los religiosos, y cada día voy aprendiendo a ser obispo”.
“A la vez, debo ir animándolos a que descubran sus talentos y lo pongan al servicio. Debemos saber que sólo somos administradores, y que todo es gracia de Dios. Quiero agradecer, quiero rezar con ustedes, y encomendarme a sus oraciones”, agregó.
En la celebración participaron fieles y representantes de los diversos movimientos diocesanos, sacerdotes y religiosas.
Asimismo, estuvieron su madre y fieles de la parroquia Cristo del Perdón, de La Reja, donde monseñor Barba fue párroco antes de la ordenación episcopal.+
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