El pasado domingo asistí (con otros dos sacerdotes) a la ceremonia de bautizo de una muy querida familia mía. Tan querida que tuvieron a bien ofrecerme el ser padrino de la criaturita. He de hacer notar que sólo soy padrino de bautismo de una sola persona, y es este bebé que tengo entre mis brazos.
No soy amigo de sentimentalismos, pero reconozco que en la foto se me ve con la cara más tierna posible. Aunque todo es puro teatro. Puse cara tierna, porque sabía que os gustaría verme en plan paternal y así.


Publicar un comentario