Garantía de calidad
Actualmente, un 70% de los animales de ganado de registro de razas bovinas, ovinas y caprinas que se comercializan en México, es objeto de las llamadas pruebas de paternidad, lo que significa la identificación del ácido desoxirribonucleico (ADN) de cada ejemplar, de manera que el comprador tenga la certidumbre de que adquiere un animal de comprobable calidad genética. Esto ha sido una respuesta a la tendencia internacional de la ganadería.
Así lo informó el Coordinador General de Ganadería, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Francisco José Gurría Treviño, quien refirió que el documento que respalda la prueba de ADN supone una información muy valiosa que avala la autenticidad de un ejemplar en cuanto que se muestra la procedencia de los ancestros de una raza determinada.
En forma coloquial dijo: “además de comprar un animal de buena estampa, hay que tener la certeza científica de que es de calidad genética garantizada”.
En la realización de las pruebas también se captura información importante de las características heredables de cada unidad, como saber si hay resistencia a ciertas enfermedades, o para conocer si habrá un desarrollo muscular que traiga ventajas comerciales, como un mayor ojo de chuleta de la carne o qué hembra de borregos podría tener cuates en un parto. Detalló que se conocen perfiles genéticos de cada caso.
Volumen creciente
Hoy en día, el principal centro de pruebas de paternidad con el que cuenta el sector gubernamental se localiza en Morelia, Michoacán, donde se constata la capacidad de elaborar 800 exámenes de laboratorio por semana.
Por ahora, existe la demanda de despachar periódicamente las pruebas de 150 mil animales de registro, lo que, en general, se ha atendido con la capacidad de laboratorios acreditados para la realización de los análisis de ADN.
Gurría Treviño hizo notar que la aplicación de la tecnología genómica en las pruebas de paternidad del ganado es una muestra del dinamismo de la actividad ganadera y de su necesidad de adoptar los adelantos científicos para cumplir con los retos que demanda el entorno internacional.
Recordó el Funcionario Federal que no hay una norma específica obligatoria que exija las pruebas de paternidad del ganado, pero sí se cuenta con un acuerdo especial que establece el requisito de que en los animales de registro se apliquen los exámenes de ADN, lo que incluso supone un incentivo para el vendedor de los ejemplares, el cual puede ir de los mil a los siete mil pesos, según la especie y raza del espécimen.
Hizo énfasis en que el establecimiento de las pruebas de paternidad del ganado de registro se da en un contexto en que el país avanza en el posicionamiento de su ganadería y el poder de convocatoria de ésta, lo que se ha reflejado en varios aspectos, como la reciente realización de tres Congresos Internacionales de Ganaderos en territorio mexicano en las razas Brangus, Angus y Charolais (cuya Convención fue compartida entre Jalisco y el vecino Estado de Aguascalientes).
EL DATO
En México se contabilizan 44 razas bovinas, 14 ovinas y cinco caprinas, en las que hay ganado de registro en cuanto a su calidad genética.
Al corto plazo, habrá un laboratorio de pruebas de paternidad en el Centro Nacional de Recursos Genéticos de la SAGARPA, ubicado en Tepatitlán.
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