ENTRE PARÉNTESIS |
Al acercarnos la Primero de Mayo, ofrecemos una nueva ventana a la misericordia de la mano de Dorothy Day, fundadora del movimiento del Catholic Worker (‘El Trabajador Católico’), iniciado precisamente el 1 de mayo de 1933. En otros momentos ya nos hemos hecho eco de esta figura, pero si alguien necesita tener una panorámica de su aportación, puede encontrarla aquí. Baste recordar que su vida plasma un compromiso radical de acogida y hospitalidad con los excluidos de la sociedad. Se da la circunstancia de que, la semana pasada, el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan, dio un nuevo impulso a su causa de beatificación iniciando la fase diocesana de investigación de su vida y doctrina.
En esta ventana ofrecemos algo sencillo. Hemos recogido todas las referencias explícitas a las obras de misericordia que aparecen en su diario privado, publicado en 2008 gracias al trabajo editorial de Robert Ellsberg. Se trata, por tanto, de una selección de textos inéditos en castellano. Son diez, de modo que tenemos un cierto decálogo a lo largo del tiempo y mostrando diversas facetas.
- En 1935: “Es cierto que no somos ‘respetables’, somos criticados por nuestro vestido, nuestro entusiasmo y por las mismas obras de misericordia que hacemos. La crítica externa no está tan mal, pero la crítica desde dentro, las quejas, las denuncias, el descontento insidioso que se extiende por doquier— esas cosas son difíciles de soportar”.
- En 1939: “No es suficiente presentar una descripción de las condiciones [de la pobreza]. Una debe ir allí, para compartir esa pobreza. Entonces, los otros ayudarán. Las obras de misericordia inmediatas muestran lo que se puede hacer ahora, sin esperar a la revolución o al estado. Despojarse a una misma primero”.
- En 1940, refiriéndose al Priorato de Portsmouth, donde vivía Ade Bethune y su grupo: “Aunque las obras de misericordia se realizan individualmente por las personas que constituyen el grupo (no hay comedor social ni albergue o casa de hospitalidad), el énfasis se sitúa en la idea de la escuela de oficios”.
- En 1943, Dorothy hace un balance de la primera década del Catholic Worker: “Hemos mantenido casas de hospitalidad en las que se puede practicar las obras de misericordia a través de la pobreza voluntaria (ninguno de nosotros o de los ayudantes recibe una paga), con la ayuda del periódico y de nuestros amables vecinos. Damos comida y ropa a todos los que vienen, y proporcionamos alojamiento a tantos cuantos quepan en la casa”.
- También en 1943, se refiere a los retiros de oración: “Y el mundo nos dejará solos, diciendo— después de todo, no hacen nada. Son solo un puñado de tontos presumidos rezando. No seremos tan atormentados por su desprecio como lo somos por las alabanzas del mundo ante las obras de misericordia, las casas de hospitalidad y las comunas agrarias. Son necesarias: son el resultado del trabajo que estamos comenzando. Solo han surgido y prosperado por la gracia de Dios”.
- Entre septiembre de 1959 y enero de 1960, el diario da cuenta del cuidado con el que Dorothy atendió a Nanette, la pareja de su expareja Forster (de quien se había separado hacía más de 30 años), en sus últimos meses de vida, enferma de cáncer terminal. Es un ejercicio concreto y cotidiano de las obras de misericordia, que ahora no podemos recoger ni desarrollar aquí (aunque es tan interesante que quizá requiera un post específico).
- En 1969: “Resulta inútil que nosotros, la gente del Catholic Worker, hablemos de las obras de misericordia. Jesús llamó a las naciones ante sí: ‘Lo que hicisteis con estos hermanos míos más pequeños, no les disteis de comer, destrozasteis sus cosechas, sus campos, preparasteis venenos, gérmenes mortales, gases nerviosos, les quemasteis a ellos y a sus ropas con napalmpor la espalda, destrozasteis sus pueblos. No disteis de comer al hambriento, ni vestisteis al desnudo, ni acogisteis al sin techo. Hicisteis lo contrario’. ¡Pero estos son los enemigos! Todos son mis hijos”.
- También en 1969: “No creemos en la nacionalización de los pobres. No creemos en la propiedad estatal de los indigentes. Creemos en la pobreza voluntaria y en la práctica personal de las obras de misericordia. Son términos pasados de moda. La caridad significa amor. El amor presupone la justicia”.
- En 1971: “Debemos construir un tipo de sociedad en la que sea más fácil que la gente sea buena, solía decir Peter Maurin. Pero, ¿cómo hacerlo? Era él mismo quien sacó a la luz esa maravillosa afirmación de Jesucristo sobre las obras de misericordia (en Mateo 25), dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, etc. Y cómo hacerlo con la pobreza que todos sufrimos en los años 30. Por la práctica de la pobreza voluntaria, dice. Si das lo que tienes, sin pensar en el mañana, el Señor multiplicará constantemente los panes y los peces para ti”.
- En 1972, el Catholic Worker recibió una carta de Hacienda diciendo que debían 296.359 dólares en concepto de multas, sanciones e impuestos impagados durante los últimos seis años. Dorothy practicaba la objeción fiscal. “No es solo que debamos seguir nuestra conciencia al oponernos al gobierno en guerra. Creemos que el gobierno no tiene derecho para legislar acerca de quién puede o quién debe practicar las obras de misericordia”.
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