CIUDAD DE MÉXICO, 28 Abr. 16 (ACI).- El martes 26 de abril 4 sujetos armados ingresaron a la Parroquia del Señor de la Clemencia en Irapuato, estado mexicano de Guanajuato, ataron al sacerdote que estaba en la sacristía y robaron 7 mil pesos, unos 400 dólares aproximadamente.
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— Periódico a.m. (@periodicoam) 28 de abril de 2016La policía, señalan los medios locales, detuvo a un joven de 27 años identificado como Iván Ochoa que sería uno de los autores del robo.
Sobre el asalto, el Obispo de Irapuato, Mons. José de Jesús Martínez Zepeda, afirmó que “es una dolorosa ofensa a toda la comunidad”.
En declaraciones recogidas por el diario El Sol de Irapuato, el Prelado expresó su dolor por la forma en la que los asaltantes humillaron “a uno de nuestros sacerdotes” y consideró que el asalto es producto del “comercio de armas que sigue floreciente porque según me dice (el sacerdote asaltado) todos llevaban pistolas”.
El Obispo también indicó que, debido a este incidente, emitirá una serie de recomendaciones de seguridad para todos los templos, parroquias, rectorías y capillas de la diócesis de Irapuato.
“Focos rojos hemos tenido desde hace mucho tiempo. La delincuencia ha llegado cada vez en mayores oleadas a nuestra ciudad y sigue”, denunció Mons. Martínez.
A los ciudadanos, concluyó, los asaltan en sus casas, en la calle y, en este caso, “el alzacuello (blanco que usan los sacerdotes como distintivo en la camisa) no es un signo ya de respeto o alto para los delincuentes”.
El asalto ocurrió solo unos días después de que el Obispo anunciara que enviará algunos sacerdotes a la ciudad de Baltimore en Estados Unidos para que allí sirvan a la comunidad hispana.
“En Estados Unidos nos han estado pidiendo el apoyo para los hispanos, porque hay diócesis en las que ninguno habla español y los hispanos tienen necesidad de que alguien con su sensibilidad los apoye”, dijo entonces el Prelado.
En 2015 en México tres sacerdotes fueron asesinados, con lo que sumaron 50 las personas vinculadas a la Iglesia que han perdido la vida en los últimos 25 años, según informó la Unidad de Investigación del Centro Católico Multimedial (CCM).
Los datos analizados en ese periodo de tiempo señalan al estado de Guerrero y al Distrito Federal como las entidades más peligrosas para el ejercicio ministerial, con un 15% cada una.
Le sigue Chihuahua y Michoacán, con 9% cada uno; Veracruz, 8%; Baja California, Tamaulipas y Puebla, con 6% cada uno; Oaxaca, Jalisco, Estado de México, con 4% cada uno; Coahuila, Hidalgo, Aguascalientes, Guanajuato, Sinaloa, Durango y Colima con un 2%.
Los datos “señalan lamentablemente a la República Mexicana como el país latinoamericano más peligroso para ejercer el ministerio sacerdotal”, indicó el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México en enero de este año.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 9 de abril de 2015
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