Ejercer libertad con responsabilidad

Gloria Aguilar

Con 90 años al servicio de la comunidad tapatía, esta institución educativa que pertenece a la Congregación de las Siervas de Jesús Sacramentado, fundada por el Siervo de Dios, Silviano Carrillo Cárdenas se asume como parte importante del desarrollo de la ciudad.
“Somos una Institución Educativa Católica con una espiritualidad Eucarístico-Mariana, cuyo compromiso es la formación integral para la vida y el trabajo de los niños y jóvenes, en donde desarrollan las competencias que les permitan ejercer su libertad con responsabilidad y desenvolverse exitosamente ante los desafíos que les demanda la sociedad, a fin de lograr que sean auténticos hijos de Dios y ciudadanos de la patria”, señala su misión.
Bajo esta premisa, su personal docente comparte la visión de ser una Institución dinámica e innovadora a la vanguardia en procesos educativos de calidad.
“Se educa para la vida y el trabajo, se promueve el desarrollo integral de los niños y jóvenes que tiene como centro a Jesús Sacramentado siguiendo la huella de nuestro padre fundador el Siervo de Dios Silviano Carrillo Cárdenas”.
Ubicado en la zona centro de Guadalajara, a una cuadra de las 9 esquinas y del Jardín de San Francisco, ofrece instrucción Preescolar, Primaria, Secundaria y Preparatoria, con incorporación a la Secretaría de Educación y a la Universidad de Guadalajara, en turnos matutino y vespertino, y Licenciaturas en Educación Preescolar y Primaria.
En el Instituto América  son especialistas en el desarrollo íntegro de sus alumnos con fuerte apoyo y proyección en la robótica, el deporte, el arte y las humanidades, asignaturas que forman parte de su currícula ordinaria y que junto con actividades extracurriculares, ofrecen “experiencias de aprendizaje ricas en dinamismo e innovación, siempre al pendiente de las necesidades educativas de nuestros alumnos”, puntualizan los compromisos del plantel.

“Las emociones

en el aprendizaje

y el aprendizaje emocional”

El nuevo modelo educativo contiene, en una de sus principales reformas, contiene, la formación socioemocional, como desarrollo de habilidades para la vida para los alumnos; en él se pretende desarrollar habilidades cognitivas, sociales y emocionales, como estrategia de afrontamiento frente a las diversas situaciones que viven los niños y adolescentes.
Nuestra labor educativa tiene una privilegiada oportunidad para formar en ellos estas habilidades, es el entorno escolar el contexto desde el cual nos acercamos a ellos y a su realidad, incidimos de manera directa en la vida de cada uno de ellos, su situación familiar y su desempeño escolar. De esta manera contribuimos estratégicamente en su autonocimiento personal y en la manera como se relacionan consigo mismos y con su entorno.
Al reconocer sus emociones, los alumnos aprenden a manejarlas y, sobre todo, a saber canalizar y expresar de manera constructiva su reacción frente a ellas. Desarrollan una habilidad blanda que ahora está contemplada en el diseño curricular y que será lo que les facilitará el desarrollo de otras habilidades personales y académicas.
El personal escolar, principalmente los docentes que están el aula, tienen como estrategia didáctica el estar atentos a las emociones que los alumnos van sintiendo y expresando en su proceso de aprendizaje, es decir, poder constatar lo que internamente va experimentando el alumno cuando estudia y aprende matemáticas, español, inglés, etc. Relacionar dichas emociones con lo aprendido, pueda suscitar interés por seguir aprendiendo o llevará al docente a cambiar su manera de trabajar y exponer los contenidos.
Lo anterior es ya una gran avance, pero será más pedagógico cuando los docentes logren conocer las emociones de sus alumnos, lo que sienten, la manera cómo reaccionan frente a lo aprendido, las inquietudes que se suscitan en su interior, las dudas e incertidumbres que les quedan,… y darle un vuelco al proceso y sean las emociones las que les lleven a aprender sobre sí mismos y el sentido que le pueden dar al contenido académico. Es un proceso de maduración emocional, aprenderán los alumnos a reconocer sus motivaciones, sus deseos e inquietudes, a “verse por dentro” y a “leer por debajo” lo que están aprendiendo.
El desarrollo de habilidades socioemocionales que contempla la nueva reforma educativa no pueden ser un anexo, un agregado, sino el centro del proceso de enseñanza aprendizaje, la estrategia para la personalización de la educación, para el empoderamiento y protagonismo del alumno. Esto si es el horizonte de un nuevo modelo educativo.
fepoc.semanario@gmail.com

Currícula y

habilidades humanas II

Mtra. Violeta Carrillo Collado

El desarrollo de las habilidades humanas se adquiere a través de la interrelación con los otros. Iniciándose  en  la familia  como el espacio natural y elemental,  en ella el niño o adolescente aprende a comunicarse con su madre en forma rudimentaria para satisfacer sus necesidades. Poco a poco perfecciona esta habilidad utilizando códigos y  ampliando el círculo con los demás miembros de la familia.
  El otro espacio que le permite desarrollar habilidades humanas es la escuela, ya que directamente entra en comunicación y relación con otras personas que son ajenas  a su círculo familiar. Los planes y programas de estudios de las diferentes reformas educativas del sistema educativo han  pugnado por una formación integral, desafortunadamente  en la práctica  se reduce al desarrollo cognitivo.
El Modelo Educativo que está por entrar en vigor el próximo ciclo escolar, presenta tres componentes curriculares para el desarrollo integral en educación básica. Dos de estos componentes son obligatorios: formación académica y áreas de desarrollo personal y social. El desarrollo de habilidades socioemocionales, que se plantea en la currícula  de este modelo,  aportará al desarrollo de habilidades humanas.  Lo cuestionable es el tiempo que se contempla  para la formación humana, el mapa curricular destina una hora a la semana para el desarrollo personal y social de los estudiantes del nivel básico. La carga académica sigue siendo lo más importante en la currícula.  La  educación humanista que plantea el modelo  implica la  formación de valores humanos como son: el respeto, la convivencia, diversidad, aprecio por la dignidad humana, solidaridad e inclusión. (Modelo Educativo págs. 57-60)
La escuela debe cumplir con la tarea  de desarrollar en cada estudiante  la capacidad de aprender a aprender y a conocer, aprender a ser, aprender a convivir y aprender a hacer. (Modelo Educativo p.62). Estos cuatro pilares de la educación que la UNESCO propuso desde el siglo pasado, ha cobrado relevancia en nuestro país últimamente debido a la situación que  enfrenta por la falta de valores humanos  y a los logros educativos que no han sido los deseables.
Saber comunicarse, resolver problemas y trabajar colaborativamente son los aspectos que menciona el modelo educativo a desarrollar en los educandos de este siglo. Estas tres competencias permean el mapa curricular y se concretan en los temas de las asignaturas, dependerá del docente el propiciar un ambiente de aprendizaje que permita el desarrollo de estas habilidades. (Modelo Educativo p.62)
La escuela católica en su compromiso de evangelizar integra a la currícula oficial cursos que propicien el desarrollo humano y crecimiento espiritual de los alumnos en coherencia con la misión. “La educación humaniza y personaliza al ser humano cuando logra que éste desarrolle plenamente su pensamiento y su libertad, haciéndolo fructificar en hábitos de comprensión y en iniciativas de comunión” (DA 330)

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