Otra de las cualidades de esta Parroquia es que el grupo juvenil es de los más numerosos y sólidos, algo que llena de esperanza a la comunidad y también a nuestra Iglesia Diocesana.
Dulce Natalia Romero Cruz
San Gregorio Magno es una de las comunidades que promovió el Padre Fausto Pelayo Valera, que actualmente tiene 90 años de edad y que es muy querido y reconocido por su gran empeño y entusiasmo, y el trabajo fecundo que realizó en lo que ahora se le conoce como el Decanato de Huentitán.
La Parroquia está ubicada en la Colonia Margarita Maza de Juárez, actualmente el Párroco es el Padre J. Antonio Castillo Damián, que lleva 3 años en la comunidad. Fue erigida como el 29 de junio de 1996 y su primer Párroco fue el Padre Raúl Jaime. En el territorio parroquial viven alrededor de 12 mil habitantes y está dividido en 11 Barrios.
“La intención de esta sectorización es la de llegar a todas las familias de tal manera que tuvimos que implantar en los barrios una misión permanente con distintas actividades, cambiando el giro del contenido de la misión dependiendo el tiempo que estemos viviendo. En la actualidad se está estudiando el proyecto de la pastoral diocesana y también se le han integrado a la misión estudios con reflexiones bíblicas”.
Otra forma de evangelización que se está implementando en San Gregorio, es hacer llegar a cada hogar un mensaje escrito por el Párroco que se entrega junto con la Hojita Parroquial, que ahí mismo se elabora.
Formación cristiana
Hay 35 Agentes de Pastoral comprometidos, que atienden los Grupos de: Adoración Nocturna, Familias Unidas en Cristo, Apostolado Mariano, Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión, Cáritas, Monaguillos, Catequesis Infantil, Coros, Liturgia, Pastoral Juvenil y los 11 Barrios.
“Desde que soy el señor Cura la comunidad se ha distinguido, entre las Parroquias del Decanato, por tener una gran participación de jóvenes, el grupo tiene cerca de 100, y que hacen una ardua labor pastoral muy entusiasta y dan a notar el gran deseo que tienen de conocer a Jesucristo, su Iglesia y los valores espirituales que promueve. Creo que es el grupo más numeroso y más fuerte que tenemos”, aseguró el Padre Antonio Castillo.
En la Catequesis infantil, actualmente hay 150 niños y adolescentes, pero se han llegado a formar hasta 400. “Las personas que se dedican a esta pastoral, que me parece de las más delicadas e importantes de la Iglesia, deben tener una vocación porque es el primer contacto que el niño tiene con su fe, por eso el catequista que atiende a los menores debe ser alguien que les dé total confianza porque el niño relaciona perfectamente a su catequista con la bondad y la misericordia de Dios. Por eso hemos trabajado para que los pequeños que vienen a formarse en su fe se encuentren con personas que tengan este perfil. Porque creo que para la mayoría de los sacerdotes, como en mi caso e incluso para algunos Obispos, hemos expresado que el primer contacto que tuvimos con Dios, y que de ahí comenzó nuestra vocación, fue con nuestras catequistas”.
Labor conjunta
La misión permanente que se realiza ya existía desde el anterior señor Cura, comentó el Pbro. Castillo Damián: “Esta comunidad es apoyada por los Misioneros de la Palabra, quienes en comunión con los Grupos Parroquiales han establecido esa misión permanente y le llaman CERS, Comunidades Eclesiales para la Reconciliación y el Servicio. En este trabajo no solo se estudia y reflexiona la Palabra de Dios, sino también se promueve la labor y el sentido de la pastoral social entre ellos. Los Misioneros de La Palabra también tienen sus momentos fuertes con los jóvenes, como durante Semana Santa con la Pascua Juvenil o en la Semana de la Juventud”. En cuanto a vocaciones, actualmente hay un muchacho que asiste a Seminaristas en Familia.
También existe un Grupo de señoras que atiende el área social, con Cáritas, que se reúne para hacer oración “porque para alimentar el amor de los pobres se necesita también el momento de rezar y de abundar en la Palabra, porque si no eso sería mera filantropía. Organizan Retiros para alimentar su espiritualidad y aumentar su entusiasmo. Yo procuro estar cercano y más en los momentos que los veo cabizbajos y les hablo sobre el amor a los pobres sobre todo que entiendan que la gente más necesitada es la herencia que nos dejó Jesucristo y es de lo que también nos recuerda constantemente el Papa Francisco cuando se refiere a que la Iglesia es de los pobres”. Dicho grupo atiende cada mes la Misa de la Divina Providencia y recoge las despensas o los alimentos que traen los asistentes, para armar la ayuda que se reparte entre la gente más necesitada de la comunidad.
Gran fervor
“Cuando llegué a esta comunidad me di cuenta que estaba un poco apagada en su ser pastoral, pero me he dado a la tarea de que como su Presbítero y Pastor debo estar atento a sus necesidades pastorales y así los fieles responden, porque tienen el deseo de caminar junto con el Sacerdote que está atento de lo que les ocurre. Hemos logrado levantar, aunque todavía falta trabajar mucho, pero ahora puedo decir que ya es una comunidad viva y amante de Jesucristo; que también tiene gran amor y fervor por la Santísima Virgen María, por eso podemos decir que es una comunidad eucarística y mariana. La gente de aquí le gusta conservar sus tradiciones y las de la Iglesia; tienen muy arraigada una religiosidad popular que se nota”.
En cuanto a la construcción de un conjunto pastoral basto está detenido, por cuestiones de problemas con los terrenos que están invadidos. Pero actualmente se le da mantenimiento a al Templo para que como un recinto sagrado que es, permanezca digno. Para recaudar fondos se realizan rifas de dólares.
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