Mons. Lira Rugarcía destacó que Jesús es la “gran luz” que brilla para nosotros “que vivimos en la oscuridad de nuestras errores y debilidades; en la oscuridad de una enfermedad, de una pena o de un problema; en la oscuridad de un mundo plagado de egoísmo, injusticia y violencia”.
“En él, Dios, creador de todo, se ha hecho uno de nosotros para liberarnos de la causa de toda oscuridad: el pecado; iluminarnos con su Espíritu y unirnos a él, que hace la vida por siempre feliz. Así le da sentido a todo; porque nos hace ver que quien ama y hace el bien, a pesar de las dificultades, ilumina al mundo y alcanza la luz sin final”, indicó.
El Prelado mexicano señaló que “”solo necesitamos convertirnos y seguirlo. Porque como dice san Jerónimo: el que desea la almendra de la nuez, tiene que quitar la cáscara. Hay que quitar lo que nos impide vivir de verdad: el pecado, que nos ciega y nos hace egoístas. Así, podremos seguir a Jesús, teniendo clara la meta: vivir para siempre en la casa del Señor”.
“Y seguir a Jesús es vivir como él: amando y haciendo el bien. Es vivir en concordia. Es ser de su ‘equipo’, como Pedro, Andrés, Santiago y Juan, y rescatar a muchos de este mundo tempestuoso y peligroso”, dijo.
“Rescatar nuestro matrimonio y nuestra familia de la oscuridad del egoísmo y de los pleitos; rescatar a los compañeros de las tinieblas del bullying y la competencia desleal; rescatar a la sociedad de la oscuridad del individualismo, la mentira, la injusticia, la corrupción, la pobreza, la indiferencia, la contaminación y la violencia”, añadió.
Si bien el Obispo mexicano reconoció que esto “no es sencillo”, destacó que “no estamos solos”, pues “Jesús camina con nosotros y nos echa la mano a través del prójimo, de la oración, de sus sacramentos y de su Palabra”.
“Por eso el Papa nos invita a dedicar este domingo a la Palabra de Dios, a través de la cual Jesús llama a nuestra puerta; y si le abrimos, entra y se queda con nosotros, ayudándonos a abrir los ojos para salir del individualismo que conduce a la asfixia, y seguir el camino de la vida: compartir y ser solidarios”.
“¡Acerquémonos a la Sagrada Escritura, unida a la Sagrada Tradición! En ella, Jesús nos abraza, nos consuela, nos muestra el camino, nos da fuerza para recorrerlo y nos acompaña. Para ayudarnos a hacerlo, Dios nos envía hoy a dos nuevos ministros lectores, que tendrán la misión de proclamar su Palabra, hacerla oración y testimoniarla”, aseguró.
El Obispo de Matamoros señaló que “iluminados por Jesús podremos distinguir con claridad, discernir en cualquier circunstancia, salir adelante y ser luz para los demás”.
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