El 6 de febrero de 2022 los costarricenses elegirán al nuevo presidente, los dos vicepresidentes y los 57 diputados de la Asamblea Legislativa.
Si ninguno de los candidatos presidenciales obtiene al menos el 40% de los votos, se convocará una segunda ronda electoral para el domingo 3 de abril con los dos más votados. En las elecciones del 6 de febrero participarán unos 23 partidos.
“Yo les invito a mirar a los ojos a sus hijos y preguntarse: 1. ¿Por qué y para qué quiero ser electo o electa?, 2. ¿Por qué y para qué pido el voto en estas elecciones?, 3. ¿Estoy realmente en la capacidad de asumir la dimensión del reto que tengo por delante?, en conciencia, 4. ¿Qué me motiva a estar en la lucha política?”, cuestionó el Prelado en una carta abierta publicada el 19 de octubre.
“De las respuestas que cada uno de ustedes dé a estas preguntas dependerá si Costa Rica, y Limón en particular, finalmente representa para sus habitantes un país y una provincia de oportunidades, de desarrollo, de crecimiento, de paz y bienestar”, resaltó el Prelado que dirige la Diócesis de Limón desde 2015.
“Así de trascendental es el servicio que ustedes desean asumir, 5. ¿Son conscientes de ello?”, interrogó.
El Obispo de Limón dijo también a los candidatos, que “hoy tienen el valor de postularse para puestos de elección popular, entiendan por caridad esto: llegan a servir y no a servirse, cargan sobre sus espaldas los sueños y anhelos de quienes los apoyan en las urnas”.
“No pueden defraudarlos, no pueden darle la espalda ni ocultarse de ellos una vez que sean elegidos, que por ese tipo de actos la democracia se debilita y gana terreno el populismo que lucra con los pobres y destruye la sociedad, muestra de ello son hermanos países que enfilaron sus pasos a estos trechos oscuros que hoy los tienen sumergidos en la miseria”.
El Prelado dijo a los candidatos que, de ganar las elecciones, “serán interpelados y deberán dar respuestas claras, fundamentadas en hechos, sobre su trabajo por Costa Rica y en particular por nuestra provincia”.
El Obispo recordó luego que el país atraviesa una grave crisis, que también es global, y en medio de esto “hay quienes lucran con la división de la sociedad, sacando partido de los conflictos y las controversias que vuelven enemigos a quienes deberían verse como hermanos. La impostación y la falsedad campean”.
“Las palabras se las lleva el viento, las promesas se diluyen y la esperanza poco a poco es apagada en el corazón de quienes ansían verdaderamente un cambio de rumbo”, indicó.
A pesar de todo, continuó el Obispo de Limón, “mantenemos una visión positiva, porque sabemos del valor de nuestra gente para sobreponerse a las dificultades, su creatividad, emprendimiento y amor que sienten por esta tierra que los vio nacer”.
El Prelado dijo a los candidatos que “cada uno se presenta como la solución, pues si en realidad sus intenciones son tan nobles y nos dejamos de mezquindades una vez pasadas las elecciones nos vendría a bien conjuntar, trabajar y sumar esfuerzos ¿o es que solo sirven o me pongo al servicio siempre y cuando quede electo o electa?”.
Mons. Román precisó que “no corresponde a la Iglesia una visión técnica sobre las posibles soluciones de desarrollo, o sobre los mecanismos institucionales para lograrlo, pero sí una mirada moral y una perspectiva ética inspirada en los valores del Evangelio sobre el actuar de quienes tienen la responsabilidad de hacerlo realidad”.
“Con tristeza puedo asegurar que hay una deuda enorme con los limonenses por parte de la clase política de nuestro país. Por el bien de todos, cambien esa historia, está en sus manos hacerlo”, exhortó.
El Prelado animó a valorar el privilegio de poder votar y alentó a trabajar “por el único objetivo que realmente es importante: el bien de todas las personas habitantes de Costa Rica”.
“Que Dios los bendiga, el Espíritu Santo los ilumine y Santo Tomás Moro, proclamado Patrón de Gobernantes y Políticos interceda en sus altas responsabilidades”.
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