Según informa la BBC, el 14 de octubre un policía abrió fuego contra el auto en el que iba la niña en dirección a la ciudad de Buea, “luego que el conductor rechazara detenerse para ser revisado”.
En una declaración del 15 de octubre, el Obispo relató que “vi con asombro, pena y horror la cabeza deformada del cuerpo sin vida de la pequeña de seis años, Enondiale Tchuengia Carolaise, alumna de la CUlB Academy of Talents Primary School Molyko, en Buea, quien fue brutalmente asesinada el 14 de octubre alrededor de las 7:50 a.m.”.
“La niña inocente fue baleada por un agente de policía cerca de la Cocatedral de la Divina Misericordia en Molyko, Buea, cuando su madre la acompañaba a la escuela”, agregó el Prelado.
“Un grupo enojado de personas logró retener al agente que disparó cuando trataba de escapar y fue linchado hasta morir”, prosiguió el Obispo.
“Siento el dolor de la familia de la niña y de quienes han perdido a sus seres queridos en circunstancias similares. Extiendo mis condolencias a las familias y les pido a todos rezar por los fallecidos”, continuó.
El Obispo de Buea dijo que en los próximos días se hará una Misa para rezar por la niña.
El Prelado condenó el asesinato de la pequeña y el linchamiento del policía. “Uno mi voz a la de muchos otros al condenar las balas disparadas contra el auto que llevaron a la muerte de una niña inocente solo porque el conductor no cumplió con algunas medidas de seguridad”.
“También condeno el asesinato del policía que fue linchado por varias personas, pues nadie tiene el derecho a quitar una vida humana”.
Las regiones angloparlantes de Camerún, el noroeste y el suroeste, viven en conflicto desde 2016 luego de una protesta de abogados y maestros que se tornó violenta, y que dio paso al movimiento que reclama la independencia de la llamada República de Ambazonia.
Desde entonces la violencia ha provocado el desplazamiento de más de 670 mil personas. Además, se calcula que más de 600 mil niños no van a la escuela en ambas regiones y que han muerto unas 3 mil personas en estos años.
En agosto, un niño de siete años murió en medio del fuego cruzado entre militares y rebeldes cerca de un colegio en la Diócesis de Kumbo.
En su declaración, el Obispo de Buea condenó la violencia y alentó a “seguir rezando para que haya paz, justicia y armonía en nuestro país”.
El Prelado pidió a las fuerzas del orden que “tengan más control al realizar operativos de seguridad que puedan poner en riesgo la vida de civiles inocentes”.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en ACI África
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