Agregó que “esta es una instancia para compartir teniendo como centro a los niños, y al mismo tiempo para recordar que lo que Jesús nos pide en su nacimiento es que nos sepamos amar mutuamente, sobre todo con un amor y cariño especial hacia los más pobres, y estos niños de hogares necesitan mucho nuestro amor”, apuntó el obispo.
A diferencia de años anteriores, en esta oportunidad el desayuno contempló además la instalación de juegos inflables, caritas pintadas y figuras con globos que en los patios exteriores de Casa Tabor, fueron el deleite de grandes y chicos. “Para mí es muy bonita esta actividad, porque hay niños en el hogar que nunca salen, y aquí se han podido divertir y compartir”, destacó Francisco Estay de la Villa Jesús Niño, quien a sus 14 años obtuvo el 1er lugar de su curso en el Liceo de Hombres.
Del mismo modo como se realiza esta actividad, el pastor diocesano invitó a las comunidades a desarrollar ideas similares y replicarlas en sus ambientes, todo ello en el contexto de esta Novena del Niño, en la antesala de la celebración de la Navidad.
Fuente: Comunicaciones Chillán
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