Los hijos de Petr Jasek: “Rezamos para que nuestro padre pueda soportar los planes de Dios”

“Gracias por apoyar a mi padre injustamente encarcelado en Sudán”, visiblemente afectados y ante la puerta de la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, los hijos de Petr Jasek agradecían a las más de 350.000 personas que habían firmado la petición al gobierno sudanés para liberar a su padre. En concreto 354.000 ciudadanos de todo el mundo han firmado una petición de las plataformas Maslibres.org y CitizenGo para pedir a las autoridades que intervengan en favor de la liberación del cooperante Petr Jasek, que podría ser condenado a muerte en Sudán por el simple hecho de ser cristiano.  Hasta el momento el gobierno checo y la embajada de El Cairo se han volcado en ayudarles, pero no ha sido suficiente. Necesitan la ayuda del máximo organismo encargado de promover y proteger los derechos humanos en el mundo, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU. Por esta razón, el pasado viernes sus hijos, Petr y Vanda, emprendieron un largo viaje de ocho horas en coche desde la República Checa  hasta Ginebra para entregar  a los representantes del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas  las firmas de ciudadanos de todo el mundo  La información que poseen de su padre no es “ni segura ni privada”, lo único que saben es que hace un año, y después de cinco días en Sudán del Sur, su padre debía de coger un avión procedente de Jartum con escala en Ámsterdam, pero jamás llegó.

“Al principio rezábamos para que nuestro padre no sufriera, hoy rezamos para que esté bien. Después de esto sabemos que Dios tiene otros planes para él y simplemente rezamos para que pueda soportarlos"

“Los 10 primeros días apenas tuvimos información”, explican sus hijos a Actuall. "Cuando vimos que no venía en el avión nos pusimos un poco nerviosos, pero pensamos que lo habría perdido y que aparecería en el siguiente", cuentan.  Sin embargo, el mayor shock fue cuando les confirmaron que el último avión procedente de Ámsterdam había llegado pero Petr no venía en él. Era su primera vez en Sudán. Había pasado cinco días ayudando a los que más lo necesitaban. Llevaba dos décadas viajando por el mundo mientras trabajaba para una compañía americana que ayuda a los más desfavorecidos, pero ésta era su primera visita  al país. “Al principio rezábamos para que nuestro padre no sufriera, hoy rezamos para que esté bien. Después de esto sabemos que Dios tiene otros planes para él y simplemente rezamos para que pueda soportarlos", explica Vanda con serenidad. 

La fe, su pilar en estos momentos

Vanda y Petr cuentan a este periódico que están siendo capaces de soportar la situación gracias a su fe. Incluso de una noticia tan desagradable, Dios ha sabido sacar un bien mayor. Y es que, gracias a ello son muchas las personas de su comunidad que se han acercado a Dios. “Cada día desde hace un año, -cuando fue secuestrado-, una persona de la parroquia ayuna por mi padre”. Cadenas de oración, vigilias y mucha fe están siendo las armas para luchar contra el desasosiego y mantener la paz en estos momentos tan difíciles. Vanda es médico y su ajetreada agenda en el hospital le está ayudando a seguir adelante cada día. Luciendo orgullosa su anillo de prometida, espera paciente a que su padre vuelva para que la lleve al altar. “La boda estaba prevista para el pasado mes de agosto, pero estoy esperando a que él vuelva para entrar en la Iglesia de su brazo”.

“CADA DÍA DESDE HACE UN AÑO, -CUANDO FUE RETENIDO cuando salía DEL PAÍS-, UNA PERSONA DE LA PARROQUIA AYUNA POR MI PADRE”

Ella es la portavoz de la familia mientras su hermano la escucha con unos ojos que reflejan el cansancio de tantos meses de incertidumbre y dolor. Cuentan que el gobierno sudanés les ofreció viajar al país y visitar a su padre en la cárcel, pero Jasek prefirió que no lo hicieran. Quiere que centren todos sus esfuerzos en ayudarle desde su país y que continúen con sus rutinas. De vez en cuando reciben llamadas de un minuto en las que su padre, en inglés, les cuenta que está bien, pero apenas tienen noticias de él. Saben que los primeros cuatro meses de cautiverio los pasó en una cárcel solo y que después fue trasladado a otra prisión con aproximadamente unas 75 literas en las que duermen más de 90 personas.

“Mi boda estaba prevista para el pasado mes de agosto, pero estoy esperando a que él vuelva para entrar en la Iglesia de su brazo”, explica su hija esperanzada

Pero les tranquiliza saber que cada día alguna persona visita a su padre y no dejan de agradecer la “increíble” labor que se está haciendo desde la embajada de El Cairo para conseguir liberar a su padre. “Desde el principio se han volcado en el caso y no tenemos palabras suficientes para agradecerles todo lo que están haciendo por nosotros”, explican.

Las autoridades prometen movilizarse

Además, MasLibres.org se ha reunido con representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores y del Alto Representante de la UE para la Libertad Religiosa para pedirles que intercedan a favor del cooperante. Ambas instituciones se han comprometido a trasladar la situación de Petr Jasek a Bruselas.

“El Gobierno español y la Unión Europea están al corriente de este caso y ya han tomado medidas para ayudar al cooperante cristiano”, ha detallado el portavoz de MasLibres.org, Miguel Vidal.

También quieren reconocer la labor de la embajada checa pero ahora necesitan que el máximo organismo garante de que se cumplan los derechos humanos en el mundo les ayude y por eso, con las 354.000 firmas buscan 'gritar' un poco más fuerte para lograr el amparo del comité. 

La familia agradece la "increíble labor" que están haciendo desde la Embajada de El Cairo para liberar a su padre

Los representantes del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra han asegurado que transmitirán la información proporcionada y que se coordinarán con el Gobierno de República Checa, nacionalidad del cooperante, para intentar avanzar hacia su liberación. Para la familia la coordinación es muy importante ya que "son muchísimas” las personas que están ayudando y consideran importante orientar todos los esfuerzos en una misma dirección. Desde el verano, aproximadamente cada lunes, Jasek es juzgado. Ya lleva más de 10 vistas y cada vez lo acusan de un asunto diferente que nada tiene que ver con la realidad. La acusación extraoficial es que cruzó la frontera entre el norte y el sur de Sudán, pero la verdad es que Petr molestaba en el país porque había ido a ayudar a católicos. “Creerían que iba a hacer proselitismo entre los musulmanes y por eso le retuvieron”. Nada que ver con la realidad.

Desde verano aproximadamente cada lunes Jasek es juzgado. Ya lleva más de 10 vistas y cada vez lo acusan de un asunto diferente que nada tiene que ver con la realidad

El bagaje de Jasek en la administración sanitaria le califica con matrícula de honor para seguir sirviendo a aquellos que lo necesitan, “especialmente para beneficiar a aquellas comunidades más pobres a través de provisiones médicas”, explican sus compañeros. El caso de Jasek lo lleva un abogado sudanés que le ha proporcionado el país,  pero hay otros abogados internacionales asistiendo a los juicios. “Lo que importa es el resultado, no las intenciones”. Así con el apoyo de los 354.000 firmantes, el gobierno checo y las Naciones Unidas Petr y Vanda y toda la familia de Jasek esperan poder celebrar el día 10 de diciembre, día Internacional de los Derechos Humanos, la noticia de la liberación de su padre.

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