Formosa (AICA): El 15 de diciembre, tras la finalización de la “Mega Misión” llevada a cabo por jóvenes proveniente de las zonas pastorales de la diócesis, el obispo de Formosa, monseñor José Conejero Gallego, ordenó sacerdote al diácono Sergio Federico Castro, quien eligió como lema de ordenación “Vayan sin miedo para servir”. “Serás ministro de los sacramentos de la reconciliación y del perdón, ante quienes lleguen a ti sé paciente y misericordioso. Hazlo como dice el papa Francisco, sin torturar a nadie. Preside la Eucaristía, el sacerdote es para la Eucaristía. Priorízala ante todo, la prioridad debe ser dejar todo para celebrarla. Si por alguna circunstancia no la puedas hacer, siente un remordimiento”, le pidió. En el marco de la misa concelebrada en el Centro Cultural y Deportivo de la Municipalidad de Pirané, el prelado también confirió el sacramento del diaconado transitorio a los seminaristas Federico Nicolás Aquino y Eduardo de Jesús Sánchez.
En el marco de la misa concelebrada en el Centro Cultural y Deportivo de la Municipalidad de Pirané, el prelado también confirió el sacramento del diaconado transitorio a los seminaristas Federico Nicolás Aquino y Eduardo de Jesús Sánchez.
“Mientras nos preparamos para le llegada del Señor que está próxima, salgamos con el corazón limpio a recibir al Rey que viene y que tanto anhelamos”, dijo, al recordar que el papa Francisco pidió a los jóvenes en Brasil que “vayan sin miedo para servir”
Monseñor Conejero explicó que “servir es predicar la verdad y Jesús es la palabra eterna del Padre. Anunciarlo es estar con él y predicarlo es dar testimonio así nosotros cumplimos con el mandato misionero de Jesús”.
“La Iglesia que peregrina en Formosa, reunida en Pirané damos gracias a Dios por el llamado a sus hermanos, hijos de Dios por estar con Él y predicarlo. Dichosos somos por el don de la fe, debemos ser pacientes y alegres y permanecer firmes y constantes en la fe”, subrayó.
Al dirigirse al nuevo sacerdote, el prelado le recordó: “Fuiste llamado para ser ungido y consagrado, no por tus méritos, sino por puro amor de Dios, sé paciente y humilde a ejemplo del Señor, sobre todo con tu testimonio. Serás ministro de los sacramentos de la reconciliación y del perdón, ante quienes lleguen a ti sé paciente y misericordioso. Hazlo como dice el papa Francisco, sin torturar a nadie. Preside la Eucaristía, el sacerdote es para la Eucaristía. Priorízala ante todo, la prioridad debe ser dejar todo para celebrarla. Si por alguna circunstancia no la puedas hacer, siente un remordimiento”.
“En tu tarea misional, acompaña al rebaño sin búsquedas mezquinas, sin sórdidas ganancias. A decir del Papa Francisco, conduciendo, pero sin mandonear”, agregó.+
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