Acompañado de su séquito y de diversas autoridades civiles y religiosas entre quienes estaba el Presidente de Armenia, Serzh Sargsián, el Santo Padre dejó una ofrenda floral en el memorial, que fue llevada hasta el lugar de manera solemne por tres guardias.
Allí Francisco rezó unos momentos en silencio por los fallecidos en el genocidio, mientras la banda tocaba el himno pontificio.
Luego el Papa se dirigió al lugar de la “llama eterna” en donde dejó una rosa blanca, mientras que el Presidente y el Catholicós de todos los Armenios, dejaron rosas rojas.
Allí nuevamente el Pontífice elevó una oración personal en silencio, tras lo cual se inició la liturgia preparada para esta ocasión.
La celebración se inició a las 8:53 a.m. En la liturgia, el Pontífice rezó la siguiente oración en italiano:
Cristo, que coronas a tus santos y cumples la voluntad de tus fieles
y miras con amor y dulzura a tus criaturas,
escúchanos desde los cielos de tu santidad,
por la intercesión de la Santa Madre de Dios,
por las súplicas de todos tus santos,
y de aquellos de quienes hoy es la memoria.
Escúchanos Señor y ten piedad,
perdónanos, expía y redime nuestros pecados
Haznos dignos de glorificarte,
con sentimientos de gracia
junto al Padre y al Espíritu Santo
ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Amén
Luego de la oración el Catholicós, el Papa y el Presidente escucharon una pieza musical de la tradición armenia interpretada por cinco hombres con un instrumento similar a una flauta.
Antes de retirarse el Pontífice regó una planta colocada para recordar su paso por el memorial y firmó el libro de visitas.
Tras la firma saludó a un grupo de personas descendientes de armenios perseguidos que sobrevivieron gracias al Papa Benedicto XV al ser escondidos en Roma en Castel Gandolfo, en la residencia de los Papas en las afueras de Roma.
El Memorial de Tzitzernakaberd
Se encuentra junto al Museo del Genocidio Armenio al oeste del río Hrazdan y cerca de la capital Ereván. Tsitsernakaberd significa fortaleza de las golondrinas pequeñas. Es una construcción que se inició en 1966, cuando un millón de personas se manifestaron en Ereván durante 24 horas para conmemorar el 50 aniversario del genocidio armenio. Los trabajos terminaron en 1968.
En este memorial hay una estela de 44 metros de alto que simboliza el renacer de los armenios. Se ubica al lado de las doce losas y está hecha de basalto.
Las losas, entre las cuales se ubica la llamada “llama eterna” representan a las doce provincias perdidas en el actual territorio de Turquía.
El memorial tiene finalmente una muralla en la que están inscritas los nombres de las ciudades y aldeas armenias en las cuales se ejecutaron las masacres.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 24 de junio de 2016
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