LA PLATA, 27 Jun. 16 (ACI).- El pasado viernes el Obispo de Mar del Plata, Mons. Antonio Marino, bendijo una imagen de la Virgen María en su advocación de la Medalla Milagrosa que fue pintada por reos y emplazada en una puerta de la cárcel de Batán en Argentina.
Una imagen de la Virgen pintada por internos en la alcaidía de Batán @iglesiamdp https://t.co/5ZS4PMd0Vs pic.twitter.com/Mpuc191WML
— AICA (@AgenciaAica) 27 de junio de 2016
La imagen está colocada junto a la oficina que corresponde al alcaide de la prisión. La visita del Obispo se dio en el marco del décimo aniversario del centro penitenciario al que también asistieron autoridades de de Buenos Aires; la delegada de la pastoral penitenciaria de la diócesis de Mar del Plata, hermana Helena Kuc; y el capellán, P. Daniel Climente.
“A nosotros que gozamos del don de la libertad haznos instrumentos de paz, unidad, misericordia, tolerancia y justicia ante nuestros hermanos privados de libertad. Implora para nosotros, ante tu divino Hijo la fuerza del Espíritu Santo para convertirnos en humildes mensajeros de tu amor”, pidió Mons. Marino, ante la imagen de la Virgen que luego roció con agua bendita.
Por su parte, la hermana Kluck obsequió al director de la unidad, prefecto mayor Mario Vapore, un crucifijo con palabras del Papa Francisco a los privados de libertad.
“Que las cárceles sean no para castigo sino para preparar a la gente para que vuelva a la sociedad. Este es nuestro deseo, nuestra fe, que cada persona puede recuperarse, que puede ser un hombre nuevo. Si hoy festejamos 10 años, yo me estoy preguntando cuántos hombres han salido de esta alcaidía y han podido incorporarse a la sociedad, han podido encontrar un trabajo, o seguir como padres de familia”, indicó la religiosa.
También expresó su deseo que algún día ya no existan cárceles pero eso depende “de nosotros” y de “nuestro granito de arena”.
“En este año de la misericordia quiero dejar esta cruz, de parte de la pastoral. Jesús dio la vida por todos, sin excepción, uno puede caer, pero puede levantarse y nosotros podemos dar una mano. Podemos hacernos los distraídos, decir que este nunca se va a levantar y volvió a caer y esta acá, pero para Dios no hay tiempo y siempre va a tener la mano extendida”, añadió.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 21 de junio de 2016
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