Toda esta tecnología que nos parece fascinante al mismo tiempo resulta abrumadora, insistente e incluso en algunas situaciones acosadora y peligrosa. Los niños y los adolescentes están frente a ella como si se tratara de jugar a las escondidas, sin saber los riesgos que enfrentan tanto los padres como los hijos. El mundo interconectado se ha convertido en un mundo expansivo e intenso en datos, tener una cuenta en Facebook o en Instagram no reduce la posibilidad de recibir mensajes agresivos, de contenidos pornográficos e incluso de amenazas contra la dignidad de la persona. El llamado ciberbullying ha desatado una ola de preocupación entre padres de familia y profesores, dado que el 37% de los usuarios de internet tiene entre 12 y 18 años de edad; el 40% son estudiantes de primaria y secundaria, mientras que un 80% ha sufrido alguna vez en su vida un maltrato o tipo de acoso a través de los medios tecnológicos, específicamente redes sociales.
RASGOS QUE CARACTERIZAN AL CIBERBULLYING
No se trata de un ejercicio de violencia física, sino de una tipología de violencia psicológica que amedrenta a la víctima, hasta orillarla muchas de las veces al suicidio. Cualquier persona que tenga un dispositivo móvil puede ser víctima del ciberbullying, dado que es visible ante el llamado ciberespacio. Los rasgos más comunes y frecuentes son mensajes que insultan a la persona, mensajes virales que denigran la dignidad humana, contenidos sexuales, amenazas anónimas, temores que propagan por el uso de redes sociales que van haciendo de la persona un ser atemorizado, con síntomas de paranoia, callado y aislado en espacios de convivencia social. En México 1 de cada 5 niños es agredido a través de un medio electrónico, mientras que el 11.4% es acosado sexualmente en línea.
¿CÓMO DETECTAR SI SE ES VÍCTIMA DE CIBERBULLYING?
En edades tempranas el comportamiento de los niños y adolescentes es una pieza clave, se ha categorizado que las personas que son víctimas de este fenómeno sufren de crisis de ansiedad por usar la computadora o tableta, físicamente pueden presentar mareos, dolor estomacal o de cabeza, vómito e insomnio, lo que les impide ir a la escuela o cualquier otro espacio donde no se encuentren al cuidado de sus padres, por lo general las víctimas se rehúsan a asistir a la escuela y presentan síntomas de retraimiento y crisis de miedo. En muchas de las ocasiones si no es detectado a tiempo los niños o adolescentes intentan quitarse la vida.
EDUCAR EN CASA Y EN LA ESCUELA
Ante la frenética expansión del fenómeno se han diseñado estrategias que permitan salvaguardar a los menores, partiendo de un acuerdo entre la educación que reciben en casa y la que reciben en la escuela. El ciberbullying es una tendencia que está afectando a las edades más tempranas, el 5.9 % de los niños ha sido víctima de ciberacoso, mientras que un 2.9% ha sido en una edad muy pronta el acosador en potencia. La burla, la exclusión, la invasión de los espacios íntimos y el tráfico de imágenes son algunas de las características que definen este tema. Desde casa y en la escuela se ha hecho un llamado para detectar si una persona recibe correos electrónicos con amenazas o contenidos violentos. Si los hijos ya cuentan con un celular o tableta es importante identificar qué están haciendo con la información que comparten, donde se incluyen fotografías y mensajes entre contactos. La escuela debe poner límites para el uso de tecnologías que no estén afines con la actividad de aprendizaje.
LOS “CIBERAMIGOS”
Ante la explosión de las redes sociales es muy común recibir invitaciones de personas que no se conocen físicamente, los denominados ciberamigos encuentran un nicho para entrar en contacto con una persona que se ve vulnerable. Muchas veces un contacto lleva a otro, o quizás los intereses e inquietudes de búsqueda te “conectan” con una persona desconocida. Es aquí donde la mayoría de los acosadores se pone en acción, causando un daño explícito y repetido, algunos suplantan la identidad, mientras que se etiquetan fotos de la víctima para ser expuesta a comentarios y agresiones de terceros.
CAMPAÑA #YoloBorro
Una de las estrategias del país para frenar el ciberbullying es la que se ha dirigido a no contribuir a difundir contenidos malintencionados, donde se incluye el chisme, el rumor y las fotografías que exponen a una persona. La campaña tiene por nombre #YoloBorro y está encaminado a prevenir y combatir el acoso cibernético. Uno de sus principales objetivos es utilizar la tecnología y las redes sociales sin violencia, en su portal www.yoloborro.como ofrecen información para casos donde se puede ser víctima, victimario y testigo del ciberacoso. Ofrecen una guía para eliminar mensajes identificados como agresivos y acosadores. La propuesta de la campaña se resume en tres pasos: ubicar el mensaje, chocarlo y borrarlo.
Es importante que los padres de familia y profesores estén informados a fin de prevenir un acoso tecnológico. La tarea es educar con mensajes de prevención y concientización para frenar el acoso en las escuelas, desde casa los padres y familiares deben estar atentos a los cambios de conducta de los hijos y si se es víctima de una situación lo más importante es reportar e informar a las autoridades, aunque no existe una legislación para estos casos, es importante frenar la violencia a través de una denuncia de hostigamiento, misma que servirá para que acosador frente su violencia.
Por Mary Velázquez Dorantes
Publicado en la versión impresa de El Observador del 3 de julio de 2016
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