El jueves 23 de junio los jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos mantuvieron el bloqueo impuesto por un tribunal inferior al plan de inmigración de Obama que busca dar un estatus legal a cerca de cinco millones de indocumentados en el país.
Some 4.5M undocumented migrants with strong roots in US are left in limbo by Supreme Court. https://t.co/JdGxyDIUwX pic.twitter.com/f5f3kTT79c
— Kenneth Roth (@KenRoth) 24 de junio de 2016Esta decisión que surge del empate de 4 a votos a 4 –el noveno juez, Antonin Scalia, falleció el pasado mes de febrero– es un duro golpe para quienes se habrían beneficiado con las medidas de Obama de noviembre de 2014.
Las medidas estaban dirigidas a beneficiar a jóvenes indocumentados y a padres con hijos que sí tienen la residencia o la ciudadanía estadounidense.
La Corte Suprema emitió la decisión luego que 26 estados liderados por Texas impugnaran el plan de Obama al considerar que el Presidente se excedió en sus funciones y estableció medidas que no le corresponden a él sino al Congreso nacional.
En su declaración del 26 de junio, Mons. Gómez, que lidera la arquidiócesis católica más grande de Estados Unidos en donde vive una gran cantidad de inmigrantes hispanos y de otras partes del planeta, solicitó al Presidente Obama y al Congreso que lleguen “a un acuerdo para suspender las deportaciones hasta conocer el resultado de las elecciones nacionales este otoño”.
En opinión del Prelado nacido en Monterrey (México), “este sería un gesto humanitario que podría proveer alivio temporal y tranquilidad a millones de nuestros hermanos y hermanas, incluyendo millones de niños”.
El Arzobispo de Los Ángeles consideró que “el constante fracaso de nuestra nación para tratar la crisis de inmigración es una tragedia humanitaria”. Sin embargo, dijo, “ahora es una vez más el momento para mostrar la valentía del liderazgo moral y político”.
“Necesitamos resistir a todos los que puedan explotar este asunto para su propia ventaja partidista, y debemos tener claro que ambos partidos (republicanos y demócratas) siguen siendo culpables de esto”.
“Necesitamos una reforma migratoria integral ahora. Este no es un asunto de política, es un asunto de defender los derechos humanos y proteger la dignidad humana”, resaltó.
Para el Arzobispo “la reforma migratoria es un asunto de conciencia e identidad nacional. Necesitamos recordar de dónde venimos. Casi todo americano es un hijo o una hija de alguien que vino a este país de otro lugar. Nuestra humanidad será juzgada por nuestra respuesta a esta nueva generación de inmigrantes”.
El Prelado concluyó recordando a los inmigrantes indocumentados que la “Iglesia Católica nunca los abandonará. Ustedes son nuestra familia”.
Al concluir la declaración el Arzobispado de Los Ángeles convocó a los fieles de esa ciudad y otras cercanas a la Misa en Reconocimiento a Todos los Inmigrantes el próximo 17 de julio a las 3:30 p.m. en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles.
Puede leer la declaración completa de Mons. Gómez AQUÍ.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 17 de septiembre de 2015
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